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Los mejores vinos no esconden secretos: son un fiel reflejo del lugar del que provienen. Su excelencia es consecuencia de la singularidad de su origen.

Pago del Cielo es el proyecto vitivinícola de la Familia Torres que se asienta en dos zonas vitivinícolas privilegiadas, Ribera del Duero y Rueda, aunando tradición, compromiso con la calidad y pasión por la viticultura.

Pago del Cielo se empezó a gestar en 2004, cuando la Familia Torres, bodegueros y viticultores con más de 150 años de trayectoria, adquirió una pequeña bodega en la comarca de Campo de Peñafiel (Valladolid), con la intención de crear vinos con una personalidad muy marcada, que reflejaran el carácter de esta prestigiosa zona vitivinícola castellana manteniendo los altos estándares de calidad y el compromiso medioambiental con los que elaboran sus vinos.

Botella «Pago del Cielo»
Botella «Pago del Cielo»

La bodega está situada en Fompedraza, a 895 metros sobre el nivel del mar, en las cotas más altas de la DO Ribera del Duero, donde las viñas y el cielo estrellado parecen establecer una mágica conexión. Un lugar privilegiado, de paisajes espectaculares y una climatología idónea para la elaboración de vinos tintos de gran intensidad aromática. También forma parte de este proyecto la bodega que Familia Torres tiene en propiedad desde 2014 en la localidad de Villafranca del Duero, en la zona más occidental de la DO Rueda.

Pago de Cielo presenta su vino icono

Ahora, 20 años después, Pago del Cielo ha lanzado su vino icono, que ha bautizado con el nombre de la bodega. Es un elegante tinto fino de producción muy limitada ?unas 3.600 botellas- que nace de dos viñedos propios cuya singularidad radica en sus suelos, edad y ubicación.

«En los últimos 10 años, nos hemos centrado en la tierra, identificando las mejores zonas, viñedos y parcelas y aprendiendo sobre los suelos», comenta Juan Ramón García, enólogo al frente de la bodega desde sus inicios. Y añade:  «Nuestro vino icono es el resultado del conocimiento adquirido durante todos estos años y la expresión máxima de nuestras dos viñas más preciadas, El Obispo y Las Tenadas, situadas en las mejores zonas de Ribera del Duero y con suelos diferentes que se complementan muy bien». Pago del Cielo 2019 recoge la esencia de estas viñas viejas que se subliman al combinarse, dotándolo de complejidad, frescura y finura. Son viñedos que destacan por sus suelos, edad y ubicación en las mejores zonas de la región, situados a una altura media de 840 metros.

Juan Ramón García - Enólogo
Juan Ramón García - Enólogo

Por un lado, el viñedo El Obispo, ubicado en Piñel, en la zona de Pesquera, se caracteriza por sus suelos eminentemente calizos, que aportan elegancia, mineralidad y gran potencial de envejecimiento a los vinos. Por otro lado, Las Tenadas, en La Horra, es una pequeña parcela con suelos profundos formados con arcilla y arena, de unos 70 años, que producen vinos con más estructura, intensidad de aromas y buena acidez. Este viñedo también tiene la particularidad de que entre las viejas cepas de tinto fino se encuentran algunas vides de albillo blanco, que se cosechan y fermentan juntas y aportan al vino brillo y frescura.

Pago del Cielo 2019 se elabora con la máxima delicadeza en la bodega situada en Fompedraza. Para potenciar la expresión del suelo en el vino, se utilizan tinajas de 1.600 litros de capacidad, construidas con tierra de cada viñedo, para la vinificación y crianza durante 14 meses de una parte del vino. El resto envejece durante 15 meses en barricas de roble francés de 300 litros.

Viñedos El Obispo
Viñedos El Obispo

Una gama celestial 

La intensidad con la que se muestran las estrellas en las noches de vendimia en esta zona de la DO Ribera del Duero ha sido siempre fuente de inspiración para la bodega y sus vinos. De ahí que el resto de los vinos se elaboran bajo la marca Celeste, un nombre que evoca la majestuosidad del cielo estrellado de una noche de octubre, momento de la esperada vendimia en Ribera del Duero.

La etiqueta reproduce de forma exacta las constelaciones en una noche de octubre, desde la posición Latitud 41,54º Norte, Longitud 4,14º Oeste, que corresponde a la ubicación de la bodega Pago del Cielo en Fompedraza, convertida también en observatorio natural del cielo de la Ribera.

La gama Celeste la componen cinco vinos: Celeste Reserva, un vino de producción limitada procedente de viñedos de laderas calizas y envejecido durante 15 meses en barricas de roble francés y americano y un mínimo de 21 meses en botella; Celeste Crianza, el primer vino del proyecto, nacido en 2005 y presente hoy en más de 50 países, un vino que reposa durante 12 meses en barricas y otros 12 meses en botella antes de salir al mercado; Celeste Roble, un vino joven con tres meses de crianza.

Vinos «Celeste» y «Pago del Cielo»
Vinos «Celeste» y «Pago del Cielo»

A los vinos de tinto fino amparados bajo la DO Ribera del Duero, se suman también un blanco y un rosado: Celeste Verdejo de la DO Rueda, un vino de corte moderno y copa fácil, procedente de viñedos propios en laderas cercanas al río Duero; y Celeste Rosé, un nuevo rosado de la DO Cigales inspirado en los tradicionales claretes.

Ahora, el vino Pago del Cielo corona la gama de vinos de la bodega, culminando así el proyecto que inició Familia Torres hace veinte años en la Ribera del Duero.