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El desperdicio de alimentos es uno de los grandes problemas mundiales, y las cifras lo confirman. Según un informe reciente de la ONU, más de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se desperdician cada año, lo que equivale a 931 millones de toneladas de alimentos. De esta cantidad, el 61% proviene de los hogares, el 26% de servicios alimentarios y el 13% de la venta al por menor. Esto significa que gran parte del desperdicio alimentario comienza en casa, donde frutas, verduras, carnes, cereales y productos lácteos son desechados con mayor frecuencia. Además, este fenómeno no solo representa una pérdida económica, sino también un impacto negativo para el medio ambiente, contribuyendo a las emisiones de gases de efecto invernadero y al consumo innecesario de recursos como agua y energía.

Desperdicio alimentario y aprovechamiento

Para combatir este problema, es crucial entender la diferencia entre desperdicio alimentario y aprovechamiento. El desperdicio ocurre cuando alimentos que son aptos para el consumo humano son desechados. Esto puede deberse a varios factores: una planificación ineficaz, fechas de caducidad mal gestionadas o simplemente por exceso de compras. Por otro lado, el aprovechamiento consiste en reutilizar restos o ingredientes sobrantes para preparar nuevos platos, evitando que terminen en la basura.

Reducir el desperdicio alimentario en el hogar no solo implica comprar lo necesario y almacenar correctamente los alimentos, sino también ser creativo en la cocina. Aprovechando que este 29 de septiembre es el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, en las redes sociales de Vegalsa-Eroski tienen activo un sorteo para poner a prueba nuestros conocimientos en desperdicio alimentario y contribuir a que todos empecemos a tomar conciencia sobre esta cuestión. Los más expertos podrán optar a lotes de productos que ayuden a evitar que muchos alimentos acaben innecesariamente en la basura. Mientras, siempre es buen momento para descubrir algunas ideas sencillas para aprovechar las sobras de tus comidas. 

Recetas de aprovechamiento

Canelones de carne o pescado

Los canelones son una receta increíblemente versátil, que puedes adaptar según lo que haya sobrado en tu cocina. Si tu cena anterior incluyó pescado o marisco, puedes combinarlos para crear un relleno delicioso para tus canelones. Basta con mezclar las sobras de pescado con un toque de marisco y listo. Si lo que te sobró fue carne, puedes aprovecharla para hacer un relleno más robusto, añadiendo un poco de la salsa de la carne a la bechamel para darle un sabor más profundo. Solo necesitas láminas de canelones y leche, harina, nuez moscada, sal y pimienta para hacer la bechamel. Este es un plato fácil y rápido que, además, puedes congelar para disfrutar más adelante.

Pimientos rellenos

Tanto si usas pimientos del piquillo como pimientos frescos, este es un plato excelente para aprovechar restos de comida. Si prefieres una versión más crujiente, puedes cortar un pimiento fresco por la mitad, retirar las semillas y rellenarlo con las sobras que tengas a mano, como carne, verduras, arroz o quinoa. Para una opción más cálida, hornea los pimientos durante unos 8-10 minutos a 190ºC, lo que también le dará un toque gratinado si lo deseas. Si tienes pescado sobrante, los pimientos del piquillo son ideales para rellenarlos de una mezcla tipo ensaladilla. En pocos minutos, tendrás un plato ligero y sabroso, ideal para esos días en los que buscas una comida rápida y nutritiva.

Hojaldre relleno de carne, pescado o verduras

El hojaldre relleno es una opción ideal para reutilizar restos y convertirlos en un plato sofisticado y delicioso. Para comenzar, puedes usar una lámina de hojaldre ya preparada y mientras precalientas el horno, preparar el relleno. Si te ha sobrado carne, una buena idea es mezclarla con puré de patatas espeso, creando una combinación cremosa que se convertirá en el relleno perfecto. Para sobras de pescado o marisco, puedes complementar con verduras picadas o espinacas, que aportarán frescura al plato. Solo tienes que cerrar el hojaldre, hacerle unos cortes decorativos y hornearlo. En pocos minutos tendrás un plato crujiente por fuera y lleno de sabor por dentro.

Combatir el desperdicio alimentario desde casa es una oportunidad para ser creativos y responsables con los recursos que tenemos. Planificar mejor nuestras compras, almacenar correctamente los alimentos y aprovechar las sobras con recetas como estas son pasos sencillos que podemos adoptar para marcar una diferencia significativa.

La alimentación no tiene desperdicio

Vegalsa-Eroski lleva cerca de dos décadas impulsando su programa integral «Desarrollo Sostenible. Desperdicio Cero» con el que orienta todos sus procesos hacia la prevención y reducción de excedentes alimentarios para garantizar que no se realiza ningún desperdicio evitable de alimentos en toda su cadena de valor. A través de este programa, la compañía evitó el desperdicio alimentario un total de 5.228 toneladas en el primer semestre del año, una cifra que alcanza ya las más de 35.000 toneladas en los últimos cinco años.