Calidad y producto fresco para viajar a Italia desde su restaurante de Sanxenxo

Para servir cada día a una media de entre 400 y 500 comensales hace falta una buena organización y saber qué quiere el cliente y cómo prepararlo para que salgan con ganas de repetir. En Sorrento lo tienen claro. Giuseppe Verniero y Salvatore Tavilla hacen que la maquinaria de su restaurante funcioné cada día como un reloj. Apuestan por la calidad y por el producto fresco como sello indiscutible de su restaurante de Sanxenxo. En una ubicación privilegiada como es la playa de Silgar, estos empresarios montaron uno de los locales más exclusivos de la capital turística de las Rías Baixas. Abrieron el 1 de abril del 2022 después de ver la pandemia como una oportunidad para seguir creciendo y no como un palo en su camino, como le ocurrió a muchos hosteleros. Confiaron en ellos mismos y no fallaron.

Verniero y Tavilla cuentan con una amplia experiencia en el sector de la hostelería después de haber gestionado dos restaurantes en Pontevedra, el Mare e Monti y La Bella Napoli, que heredaron el local de la famosa pizzería Da Saverio y en el que todavía siguen.

Sorrento nace como un restaurante italiano frente a la playa para convertirse en tan solo dos años en un lugar de referencia en las Rías Baixas. Desde su apertura su cocina ha sido reconocida por miles de clientes, destacando entre muchos platos por su pizza napolitana, elaborada con el sello de calidad ‘il borde'. El borde hincha y eso es el mejor indicador de que la masa ha madurado bien.

No hay nada congelado. Elaboran diariamente las masas de pizzas y el pan, ambos de forma artesanal, utilizando un prefermento que les permite servir pizzas con masa madre. Además del horno de última generación que han montado en este restaurante del paseo de Silgar, a la hora de cocinar solo emplean harinas italianas ligeramente refinadas, mozzarella fiordilatte 100% de producción italiana y tomates San Marzano, considerados los mejores de Italia y proveniente de la zona de Nápoles.

La filosofía de estos empresarios italianos permanece invariable desde que hace años comenzaron a trabajar como empleados y luego como dueños de La bella Napoli. Cada mañana se levantan pensando en ofrecer una experiencia culinaria auténtica con productos de calidad, incluso durante la temporada de verano, cuando en solo una semana pueden llegar a servir a más de 3.500 personas. Eso supone un control y una autoexigencia a la que Guiseppe y Salvatore están acostumbrados y se mueven con una soltura increíble.

La pasta frutti di mare, la pizza de black angus, carbonara de mar, la pasta amalfitana, que lleva langostino, crema de burrata y ralladura de piel de limón, o una gran selección de pizzas y postres, como el tiramisú o la panna cotta son algunos de los platos estrella de una carta muy cuidada y que Salvatore Tavilla, chef y socio de Sorrento, se encarga de organizar desde la cocina. Giuseppe Verniero es el alma de la sala, la cara visible y a quien se encuentran los clientes de un restaurante en el que cuidaron hasta el diseño. NAN Arquitectura diseñó un ambiente elegante con una paleta de colores en azul que envuelven al cliente en un aire marino. Las vistas al mar desde su fantástica terraza convierte cada servicio en una experiencia única para los comensales.

Organización única

Desde primera hora, el equipo de Sorrento organiza la sala para que cuando se abran las puertas no haya margen para el más mínimo error. La limpieza y el orden son marca de la casa. Y es que la gran dificultad de un restaurante tan grande como Sorrento es la organización. Durante los meses de julio y agosto más de 30 trabajadores hacen grande el restaurante y atienden, bajo la organización de Verniero, a cerca de medio millar de comensales cada día. Este volumen de clientes requiere una planificación meticulosa con los proveedores durante los meses de invierno para asegurar que cuando llegue el verano no haya ni un solo fallo. Es tal volumen de mercancía para atender a los miles de comensales que la logística no puede fallar. Mantienen una relación estrecha con los proveedores para que así se pueda garantizar el suministro continuo de mercancía durante el verano.

Pero además de la logística, la organización interna también es crucial, con esquemas de trabajo claros para cada empleado y una inversión constante en digitalización e innovación tecnológica para mejorar la eficiencia y rapidez en el servicio.

Todo este esfuerzo de Giuseppe Verniero y Salvatore Tavilla redunda en un restaurante único en Sanxenxo que apuesta por la calidad como único camino para hacer disfrutar a los que cruzan el umbral de Sorrento para sumergirse en una pequeña Italia. En solo dos años han sido capaces de convertir su local en el buque insignia de la hostelería con un restaurante que se prolonga sobre la playa de Silgar. Esa experiencia única de los clientes se acrecienta con la música tradicional italiana que también es un elemento clave para hacer del paso por Sorrento un experiencia global.