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Las personas que se someten a la sustitución protésica de la cadera mediante cirugía mínimamente invasiva y anestesia regional pueden regresar a su hogar ese mismo día

La colocación de una prótesis de cadera solía ser un procedimiento invasivo, con una recuperación prolongada que no estaba exenta de dolor. Pero en los últimos tiempos se han producido dos avances que han transformado por completo la experiencia de los pacientes.

Los procedimientos mínimamente invasivos reducen el daño causado a los músculos en el quirófano, atenuando el nivel de dolor y acelerando la recuperación. Por otro lado, las técnicas de anestesia implantadas por el equipo de Anestesiología del Hospital San Rafael, encabezado por el doctor César Bonome, permiten que el paciente permanezca despierto durante la intervención, que se puede efectuar en régimen ambulatorio.

Óscar Gayoso, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología
Óscar Gayoso, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología

Óscar Gayoso, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, responde a algunas de las preguntas más habituales sobre este tipo de artroplastia.

—Doctor, ¿en qué consiste esta operación?

La sustitución protésica de la cadera consiste en sustituir la articulación, que está estropeada, por unos implantes metálicos que incluyen una superficie que no presenta roce y permite recuperar la movilidad perdida. Se realiza en casos de artrosis, necrosis avascular o fracturas de cadera que producen dolor severo, rigidez, cojera, debilidad o limitaciones de movimientos. Después de la cirugía la mejoría es radical y el paciente puede volver a tener una vida activa y sin dolor.

—Doctor, ¿qué ventajas plantea el uso de las técnicas mínimamente invasivas?

La técnica mínimamente invasiva disminuye la agresión, la respuesta inflamatoria y neuroendocrina a la cirugía. Un proceso realizado de forma tradicional precisa una recuperación larga, con una estancia hospitalaria sobre una semana y la utilización de medios de apoyo más de dos meses.

Con esta técnica, el paciente se reincorpora a su vida habitual mucho más rápido, pues empieza a caminar a las 6 horas de someterse a la cirugía por término medio. La estancia hospitalaria es mínima, en ocasiones se va a su casa el mismo día, y puede realizar sus actividades personales sin necesidad de apoyo familiar. La mayoría puede realizar una vida normal en menos de un mes.

—Doctor, ¿cómo mejoran las nuevas técnicas anestésicas la recuperación?

Con la anestesia regional la recuperación es más rápida, el dolor postoperatorio es menor, hay mínima incidencia de náuseas y vómitos, menor sangrado y el tiempo de hospitalización es inferior.

Esta técnica es menos agresiva y nos facilita un mejor control analgésico. El paciente inicia la movilización de forma rápida, sin pérdida de fuerza muscular y con una analgesia prolongada. Esta combinación nos permite una rehabilitación inmediata de la movilidad y de la función muscular y, por tanto, el paciente puede deambular, subir y bajar escaleras a las pocas horas de la intervención.

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