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Estos dos locales de A Coruña, Casa Ponte y O Rueiro, superan ambos el medio siglo de historia. Sin embargo, junto a nuestra copa del vino Torre La Moreira, de Bodegas Marqués de Vizhoja, nos presentan tapas tanto clásicas, de la cocina de siempre, como recetas con un toque innovador.

La copa de vino y la tapa van de la mano en la gastronomía española. La costumbre de acompañar el chateo con algo de comer es tan antigua que ni siquiera se conoce su origen con certeza. Una de las leyendas se lo atribuye a Alfonso X, a quien un tabernero de Cádiz le tapó la copa con una loncha de jamón para evitar que entrase polvo.

Partiendo de esta anécdota de la Edad Media, tapa y vino han sido un tándem con evolución a lo largo de los siglos. Pasando por las elaboraciones clásicas, como la tortilla o la ensaladilla, hasta las tapas modernas, con ingredientes internacionales y recetas gourmet.

Las tapas de Casa Ponte y O Rueiro, ambos en A Coruña mantienen cada una su estilo: un punto más moderno frente a unas recetas clásicas. No obstante, este tándem vino-tapa, lo completan en las seis tapas que nos sirven con el vino Torre La Moreira (100% albariño, D.O. Rías Baixas) de Bodegas Marqués de Vizhoja.

Casa Ponte: la esencia de una taberna con más de 70 años de historia

Casa Ponte, en la céntrica calle Juan Flórez de A Coruña a pocos metros de la plaza de Vigo, es uno de los locales con más tradición de la ciudad. Fundado en 1950 por el jugador del Deportivo Enrique Ponte Veiga, estuvo regentado después por su hermano Antonio.

“En el año 2007 lo cogimos nosotros”, cuenta su propietario, Jorge Otero, a quien en más de una ocasión le han preguntado “si este local es de mi abuelo”. Aunque no existe ningún lazo familiar con sus fundadores, “la esencia de la taberna sigue ahí, nunca ha sufrido ninguna reforma estructural, pero sí hemos modernizado la carta, con un punto más moderno”.

“Nos hemos alejado mucho de las tapas tradicionales, aunque mantenemos algunas. La gente comienza a valorar que en una tapa no sea solo cocina de siempre, sino que le des un giro”, explica el hostelero.

Tosta de sardina ahumada, rollito de confit de pato y nachos de maíz con pollo y queso

Por un lado, “presentamos una tosta en pan brioche de sardina ahumada, con una crema de queso San Simón y mermelada casera de tomate”. Junto a ella, Jorge nos sirve una copa del vino Torre la Moreira (100% albariño, D.O. Rías Baixas), “sus aromas afrutados combinan perfectamente con esta tosta”.

Una tapa con un punto asiático es su siguiente propuesta: “un rollito de pasta filo de confit de pato con chicharrones y grelos, con el que ganamos el Concurso de Tapas Picadillo en 2010”. De nuevo, el vino de Bodegas Marqués de Vizhoja se vuelve un excelente aliado, “esto es un plato contundente, por lo que el vino le aporta frescura y un toque cítrico”.

Por último, una tapa también internacional son los nachos de maíz con pollo estofado y queso Edam, gratinados al horno. Esta tapa no sólo marida con el vino, sino también con la compañía, “es para disfrutar de la persona con la que estás compartiendo”.

Este bar sigue siendo un referente en el chateo coruñés: “El ambiente ayuda. Ahora muchos bares son longitudinales, se mezclan la barra y el comedor, estás tomando un vino con alguien cenando al lado. En Casa Ponte se mantiene una separación clara entre barra y mesas, eso ayuda a tomarte el vino”.

Además, al estar en el centro, rodeado de otros locales, “favorece que mucha gente venga, se tome un vino con una tapa antes de ir a cenar a otro restaurante”. Respecto a la edad, el chateo comienza a calar entre los más jóvenes, “normalmente cuando se acercan a la treintena empiezan a jugar a ser un poco puretas”, bromea.

O Rueiro: pulpo á feira, lengua estofada en tomate y ensaladilla

Frente a estas recetas más innovadoras, en el bar “O Rueiro”, en pleno barrio de Montealto (A Coruña), Mayte Quintáns y Salvador Arnau proponen “tapas basadas en la cocina tradicional”. Junto a ellas, uno de sus vinos de referencia es Torre La Moreira (100% albariño, D.O. Rías Baixas) de Bodegas Marqués de Vizhoja.

Este bar también tiene una larga trayectoria, “mis padres lo fundaron hace 50 años y desde hace 10 lo regento yo”, explica Mayte. Desde la cocina salen todo tipo de tapas y raciones, “todas ellas de comida casera y clásicos de la cocina gallega, como el pulpo, el raxo o los calamares”.

Su comida tradicional y su larga trayectoria hacen que sus clientes, “no sean sólo de Montealto, viene gente adrede que te conoce de toda la vida o por el boca a boca”.

Pero para acompañar un vino, desde el local nos recomiendan tres opciones. “Por un lado, una tapa de pulpo á feira, con la receta tradicional que es una de nuestras especialidades. Otra propuesta es la lengua estofada en salsa de tomate. Y, por último, un clásico de las tapas, la ensaladilla, también con su receta de toda la vida”. Mayte insiste: “todo es casero, no compramos nada hecho”.

La hora del chateo es casi una institución en O Rueiro. “La carta de vinos es muy extensa, tenemos distintas referencias que variamos habitualmente. Vamos probando y, si nos gusta, lo añadimos”, señala Mayte, “es una oportunidad para probar vinos distintos sin tener que probar la botella entera”.

Aunque el combo tapa y vino es un clásico todos los días, el fin de semana se populariza. “Viene gente de todas las edades, el vino empieza a calar en la gente joven, aunque sobre todo a partir de los 30”, explica Mayte.

Durante la tarde-noche va rotando el público, “hay quien viene a tomar un vino y una tapa para luego seguir en otros bares, pero también hay gente que se toma unas cuantas tapas con una copa y ya cena”.