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Por muy devastadora que hubiera sido la plaga de la filoxera de finales del siglo XIX, no era descabellado pensar que todavía podían encontrarse, en algún lugar, viejas cepas supervivientes. Esta era la teoría del Profesor Boubals, eminencia en viticultura y profesor de la Universidad de Montpelier, donde estudió Miguel A. Torres durante un año, a principios de los ochenta. De regreso al Penedès, el ahora presidente de Familia Torres y cuarta generación, empezó la búsqueda de cepas perdidas, iniciando así uno de los proyectos de investigación más apasionantes de Familia Torres del que hoy ya pueden disfrutarse sus frutos.

Después de cuatro décadas, el proyecto de recuperación de variedades ancestrales se encuentra en plena efervescencia, gracias al impulso de la quinta generación, con más de 50 variedades descubiertas. Los esfuerzos se están centrando en solo seis de ellas, las que tienen mayor interés enológico y capacidad para adaptarse al cambio climático. Familia Torres ya ha lanzado cuatro vinos al mercado con estas variedades ancestrales, dos de ellos combinados con otras cepas autóctonas, y los otros dos como vinos monovarietales.

“Llevamos muchos años experimentando con estas variedades, conociéndolas poco a poco y tomando conciencia de todo su potencial. En el proceso de elaboración, hemos dejado que se expresen abiertamente, buscando la sutileza. Estoy convencido que, con ellas, podemos hacer vinos únicos, muy interesantes, que recuperan nuestra historia y a la vez nos ayudan frente al cambio climático”, señala Miguel Torres Maczassek, quinta generación de Familia Torres.

Grans Muralles es uno de los vinos de la colección de antología de Familia Torres. Las ancestrales garró y querol, unidas a la garnacha tinta, la cariñena y la monastrell, conforman el espíritu de este vino único, de marcado perfil mediterráneo.

Grans Muralles es uno de los vinos de la colección de antología de Familia Torres. Las ancestrales garró y querol, unidas a la garnacha tinta, la cariñena y la monastrell, conforman el espíritu de este vino único, de marcado perfil mediterráneo.

Grans Muralles (DO Conca de Barberà)

Este fue el primer vino en incorporar una variedad ancestral recuperada por Familia Torres. La garró fue descubierta a mediados de los años ochenta, una variedad tinta desconocida, de baja productividad y maduración tardía que, durante 10 años, se estudió para comprobar su adaptación, caracterización y potencial enológico. El resultado fue excelente y se decidió plantar la variedad en la Conca de Barberà e incorporarla en la primera añada del Grans Muralles en 1996.

El hallazgo de otra cepa antigua en 1998 cerca de Querol (Tarragona) permitió la recuperación de la variedad tinta que tomó el nombre de la localidad donde fue descubierta. La querol es una de las pocas variedades conocidas que es del todo femenina. Esta característica afecta el tamaño de sus bayas, más pequeñas e irregulares, y hace que sea una variedad muy poco productiva, pero también se aprecia en sus cualidades organolépticas. A partir de 2009, esta variedad pasó a formar parte del cupaje de Grans Muralles.

La identidad inconfundible de Grans Muralles está precisamente en las variedades que lo integran y también en los pedregosos suelos de pizarra de la finca tarraconense.

Clos Ancestral es un vino seductor, fresco y aromático, que muestra buena concentración, complejidad y   equilibrio. Su   delicadeza le aporta una distinción inusual y mucha personalidad.

Clos Ancestral es un vino seductor, fresco y aromático, que muestra buena concentración, complejidad y equilibrio. Su delicadeza le aporta una distinción inusual y mucha personalidad.

Clos Ancestral (DO Penedès)

Este vino nació en 2019 y es el único que incorpora la variedad moneu en el cupaje. Fue localizada a finales de los años 90 en el límite de la DO Penedès. En 2016, Familia Torres decidió reintroducirla en la región, concretamente en la finca del Castell de La Bleda, cerca de la emblemática finca Mas La Plana. Es una variedad tinta que resiste muy bien el calor y la sequía.

Sus vinos desprenden un intenso aroma de fruta fresca y perfumada; son golosos en boca, con una marcada acidez, buena concentración y taninos equilibrados. En 2019, se presentó por primera vez al mercado como integrante del vino ecológico Clos Ancestral, junto con tempranillo y garnacha. La moneu va ganando peso en las nuevas añadas y como guiño a su condición de ancestral, parte de la vinificación se realiza en ánforas y tinajas de barro.

Forcada es la única variedad blanca prefiloxérica recuperada por Familia Torres con gran potencial enológico y capaz de adaptarse al cambio climático. 
Es una variedad de ciclo largo, muy vigorosa y productiva.

Forcada es la única variedad blanca prefiloxérica recuperada por Familia Torres con gran potencial enológico y capaz de adaptarse al cambio climático. Es una variedad de ciclo largo, muy vigorosa y productiva.

Forcada (DO Penedès)

Autorizada por el Consejo Regulador del Penedès, Familia Torres la ha plantado en dos de sus fincas situadas en el Alt Penedès, en Mas Palau, en Santa Maria de Miralles, a 550 metros de altura, y más recientemente, en 2020, en Les Escostes, en La Llacuna, una antigua viña de terrazas y muros de piedra seca situada a 700 metros de altura en su punto más alto para buscar los límites de maduración de esta variedad.

Sorprende su intensidad aromática y frescura. Tiene un perfil marcadamente mediterráneo por los aromas de hierbas, flor blanca y notas cítricas, muy finas. De esta variedad, se elabora un monovarietal de pequeña producción destinado a la alta restauración.

Es una variedad tinta con mucho color y un alto nivel de taninos. Muestra mucha fruta roja, con un toque mineral y especiado.

Es una variedad tinta con mucho color y un alto nivel de taninos. Muestra mucha fruta roja, con un toque mineral y especiado.

Pirene

Pirene está plantada en la finca que Familia Torres tiene en Tremp (Lleida), a 950 metros sobre el nivel del mar. Y precisamente debe su nombre a la buena adaptación a estas viñas de altura, ya que madura lentamente y se cosecha habitualmente a mediados de octubre.

Esta variedad es elegante y sorprende en boca por su textura y finura, de fruta sabrosa y a la vez fresca, unas cualidades muy bien valoradas por la crítica internacional. Por ejemplo, para el crítico de vinos del New York Times, Eric Asimov, Pirene fue uno de los 12 vinos que eligió como los mejores que había catado en 2019. De esta variedad, como en el caso de la forcada, Familia Torres elabora un monovarietal de pequeña producción destinado a la alta restauración.