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El director de AENOR en la Región Atlántica, Martín Pita, pone en valor las certificaciones de las empresas como motor del cambio en cuestiones como la calidad, la digitalización o la economía circular

A.G.P.

No es difícil identificar a AENOR como una empresa con gran presencia. A diario vemos su logo en la calle, en las entradas de otras empresas o en publicaciones pero no todo el mundo sabe decir a ciencia cierta a qué se dedican o en qué sector desarrollan su actividad. Pues bien, AENOR es una empresa dedicada a la certificación, la formación y la venta de normas en España, con un catálogo cercano a los 30.000 estándares nacionales e internacionales que son el resultado de la experiencia y del desarrollo tecnológico, que ayudan a aumentar los niveles de calidad y seguridad y a posicionar a las organizaciones en el mercado.

Que empresas como AENOR certifiquen esos niveles de calidad abre las puertas a que esas compañías puedan desplegar su abanico de productos y servicios en Europa con unas garantías mucho más sólidas. Son certificaciones de carácter voluntario, pero no tener ese valor añadido es casi condenarse al fracaso. Ese factor de voluntariedad existe porque no se le exige a ninguna empresa su cumplimiento, pero a nivel económico y empresarial tener el sello de AENOR para una norma o certificado concreto ayuda mucho sobre todo a sectores tradicionales como el de la construcción, pero también a otros del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), alimentación, compliance o de sostenibilidad y medioambiente.

Para las empresas gallegas no es algo extraño el ámbito de las certificaciones. El cumplimiento de normas en Galicia es algo instaurado y afecta tanto a grandes corporaciones como a micropymes. Si bien las grandes son las que suelen jugar un papel de vanguardia, si hay algo cierto es que una micropyme, en cuanto entra en el mundo de las certificaciones, no lo abandona.

Las certificaciones con las que trabaja AENOR son un reflejo de la evolución social. La seguridad alimentaria, la sostenibilidad, el medio ambiente o la responsabilidad social corporativa son certificaciones que llevan muchos años solicitándose y que ahora conviven con otras de más reciente creación como son las enfocadas a la ciberseguridad o a la economía circular.

Como ha ocurrido en casi todos los sectores empresariales, tanto a nivel económico y social, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en el sentido económico y social y esto es algo que a AENOR no se le ha pasado por alto. Con la covid de fondo y sin perder el foco de la trayectoria que ha posicionado a AENOR como referente en el mundo de las certificaciones y con la confianza que eso supone para empresas y clientes, charlamos con Martín Pita, director de AENOR para la Región Atlántica, y reconocido conocido profesional gallego que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en esta región para desgranar más a fondo cómo ayuda AENOR a las empresas.

PREGUNTA. AENOR se está volcando mucho en la recuperación económica. ¿Qué acciones se están llevando a cabo para lograrlo?

RESPUESTA: Desde que empezó esta situación problemática hemos estado bastante pendientes de las necesidades de las empresas y las necesidades sociales. El año pasado pusimos en marcha nuestra plataforma de actuaciones frente al covid con soluciones centradas en aspectos de tipo sanitario debido al pico de necesidades. La certificación de protocolos frente al COVID-19 ayuda a muchas empresas a mantener la confianza de sus clientes al poder demostrar que seguían todos los protocolos establecidos a favor de las medidas y la seguridad sanitaria.

Actualmente más de 13.000 centros han obtenido esta certificación y actualmente ante la eventualidad de una posible sexta ola, hemos reforzado las soluciones frente al covid y relanzado la certificación de "Protocolos frente al COVID-19" diseñada tanto para empresas privadas como para organismos públicos. Hay que recordar que el proceso de evaluación de este certificado tiene en cuenta las más recientes actualizaciones de protocolo y de actuación basadas en los últimos hallazgos sanitarios y en las novedades recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos nacionales e internacionales. En estos momentos clave es donde la credibilidad que despierten las medidas juega un papel fundamental, por eso desde AENOR invertimos en algo esencial: la confianza.

Además, este año, con los fondos europeos, hemos desarrollado líneas de actuación para ayudar a la empresa española con los proyectos para obtener los fondos europeos Next Generation EU. En concreto, la estrella de los proyectos de este año es AENOR Project Trust, una solución que coloca una capa de confiabilidad respecto a que un proyecto específico suponga una transformación digital o verde.

P. AENOR Project Trust está focalizado en ayudar a las empresas a optar a fondos europeos. ¿En qué consisten las certificaciones asociadas a este proyecto?

R. Estoy volcado de forma muy personal en este proyecto, al mismo tiempo que toda la estructura de AENOR. AENOR Project Trust es un grupo de soluciones para impulsar el acceso de las empresas a los fondos europeos mediante la generación de confianza en los proyectos que presenten gracias a un conjunto de soluciones que fortalecen el valor y la credibilidad de las propuestas.

Se compone, por un lado, de una nueva solución específica que avala el alineamiento del proyecto con uno o varios pilares y ejes transversales de los definidos en el Plan de Recuperación y, por otro lado, de un conjunto de certificaciones ampliamente reconocidas, que tocan aspectos como los ambientales (ODS, huella de carbono, …), gestión de los datos (continuidad de negocio) o igualdad de género, entre otros. Son soluciones que ya están aplicando muchas empresas y que ahora les pueden ser de gran valor para respaldar sus proyectos.

P. Centrar la atención en la digitalización de las empresas y en su compromiso con el medio ambiente se presentan como los dos grandes retos más inmediatos. ¿Cómo de importante es para las empresas no perder estos dos trenes?

Las empresas españolas trabajan desde hace tiempo en esa línea. Todo este empuje que llega desde Europa viene muy bien para dar, sin duda, un arranque a todo esto y resolver las brechas que pudiera haber. La digitalización y la sostenibilidad tienen mucho valor en AENOR Project Trust. Aún así no es algo nuevo para AENOR, ya que contamos desde hace tiempo con soluciones relacionadas con la sociedad de la información, la ciberseguridad o la calidad del software, por ejemplo.

Hay muchas posibilidades de colaborar con las empresas y ayudarlas a estar en línea con las exigencias de la sociedad y los mercados. Un claro ejemplo es la sostenibilidad ambiental: desde la cumbre de Río del año 1992 se trabaja en ella. AENOR representó a España en el desarrollo de normas de gestión ambiental (ISO 14001). En aquella ocasión fue la primera reunión sobre el cambio climático y AENOR ya se introdujo desde el primer momento para que el cliente pudiese certificar su cumplimiento con la sostenibilidad ambiental: emisiones de CO2, huella de carbono, descarbonización, mecanismos de compensación con carbono neutro, economía circular… En concreto, desde AENOR, somos pioneros con la certificación Residuo Cero que aplican compañías como son LIDL o El Corte Inglés. En, definitiva, tanto en digitalización y sostenibilidad ambiental tenemos un amplio espectro de soluciones.

P. Otro de los ámbitos de creciente preocupación social es la transparencia. ¿Ha generado eso que empresas y organizaciones demanden más soluciones en torno a temas de buen gobierno?

El buen gobierno corporativo es algo que desde hace 10 o 12 años se ha empezado a exigir y que supone un impacto para el entramado empresarial. Los consejos de administración de las empresas -incluidas las grandes corporaciones- y los propios ciudadanos demandan que las empresas generen confianza en el mercado. Cuanto más impacto territorial tienen o cuanto más grandes son, más necesitan generar esa confianza en el mercado con medidas de transparencia y de buen gobierno. Esta es una cuestión que protege mucho a la propia organización y le da un aspecto reputacional magnífico.

De hecho, se potencia esa conexión que a veces no había entre órganos de gobierno de alto nivel de las empresas y las necesidades sociales. En este sentido, nuestra surge una certificación pionera en España que es la certificación del Índice de Buen Gobierno basada en el índice de Villafañe & Asociados que aporta un gran valor y disminuye muchos riesgos en las organizaciones ya que se ha desarrollado sobre una serie de métricas estandarizadas que miden el grado de cumplimiento en Buen Gobierno y tiene como fundamentos la normativa legal europea y el código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El proceso de certificación permite, además, identificar las acciones de mejora de la gobernanza de una compañía y el impacto que tendría la implementación de cada una de ellas.

AENOR ha certificado en el ámbito del compliance en general más de 900 centros de empresas en el ámbito nacional e internacional, lo que traslada un poco la idea de nuestra experiencia y capacidad.

P. ¿Qué sectores empresariales de Galicia tienen más potencial de crecer de la mano de AENOR?

En Galicia tenemos presencia desde que se creó AENOR en el año 1987 y actualmente contamos con casi 5.000 centros certificados en la comunidad. Además, Galicia tiene una casuística muy particular marcada por la presencia de mucha micropyme en el entramado empresarial y a ellas tardan más en llegar a las soluciones del día a día. Las certificaciones están muy sectorializadas en ese sentido: mundo agropecuario, agroalimentario, sector maderero… Pero estas certificaciones ayudan a las empresas a estar presentes en el mercado con certificaciones internacionales y aumentar así su competitividad. Por otro lado, Galicia destaca mucho en aspectos de digitalización, sostenibilidad social, sostenibilidad ambiental…

Es más, Galicia puede presumir de ser líder en certificación en temas de medioambiente, sobre todo en reglamentos EMAS (“Eco-Management and Audit Scheme”), también en el sello de calidad ISO 9001, con casi 2.000 centros certificados, y en el de seguridad y salud en el trabajo ISO 45001, con casi 500. Las empresas gallegas se han adaptado magníficamente al nuevo escenario desde el año 1993 con nuestra entrada en la Unión Europea y están permanentemente envueltos en retos de competitividad debido a la exigencia, especialmente en sectores como el del automóvil, el aeronáutico o el de las TIC.