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El teletrabajo se afianza y dispara la contratación de profesionales TIC

Programadores, especialistas en redes, diseñadores de videojuegos... El nuevo modelo laboral facilita la contratación de estos profesionales sin importar dónde residen, lo que aumenta el interés por formarse en este sector en escuelas online como Tokio School

11 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El “presencialismo” es histo­ria en las empresas tecnoló­gicas. Todos los estudios rea­lizados desde marzo de 2020 en cuanto a hábitos y fórmulas labora­les son claros e inapelables: la pandemia ha logrado que el teletrabajo se instale como una tendencia real en mu­chas empresas. En marzo de 2021 más de un millón de españoles se incorporaba de­finitivamente a esta fórmula, según los datos de ADECCO; un 74% más con respecto a la misma fecha en 2020.

Esta realidad ha tenido un doble efecto en las profe­siones tecnológicas: progra­madores, diseñadores de videojuegos, especialistas en redes informáticas... “Son profesiones cada día más de­mandadas y las empresas te­nían mucha dificultad para cubrir los puestos pero ahora el trabajo online ha venido a ayudar en esta situación ya que ha abierto la posibilidad de que las empresas puedan contratar a profesionales de todo el mundo”, apunta Leti­cia García, coordinadora de proyectos de la escuela online Tokio School.

Más oportunidades 

Esta escuela especializada en nuevas tecnologías es exper­ta en preparar profesionales para el teletrabajo, ya que su formación es también 100% online. De hecho, la mayoría de sus alumnos son españoles pero cuentan con estudiantes de diferentes países como Perú, EEUU, Suiza, Francia, República Checa o Inglaterra.

“Nuestros programas permi­ten completar la formación desde casa en menos de un año, y los alumnos salen ca­pacitados para ser competi­tivos en el panorama actual”, explica Leticia García.

“Teletrabajar no es simple­mente conectarse al orde­nador; para hacerlo bien el profesional tiene que saber organizarse, mantener la motivación, saber seguir los flujos de comunicación y tra­bajo en equipo en remoto, y mucho más —añade— y para eso nuestros alumnos están más que preparados debido a la metodología por la que apostamos y el feedback que tenemos de las empresas a las que se incorporan es muy po­sitivo”.

Una gran ventaja

El de las nuevas tecnolo­gías es uno de los sectores que mejor se ha adaptado al teletrabajo, fomentando la contratación de expertos en cualquier parte del mundo.

“Aquí es una novedad, antes solo algunas grandes multi­nacionales españolas apos­taban por este modelo, pero lo cierto es que en el resto de Europa y en los países anglo­sajones, como Estados Uni­dos o Australia, el teletraba­jo es un modelo de éxito ya desde hace décadas”, apunta la coordinadora de proyectos de esta escuela.

“El modelo, bien empleado, supone una mejora en la ca­lidad de vida de los emplea­dos y multiplica las oportu­nidades laborales, ya que las empresas no se ven obligadas a elegir a un profesional en concreto sólo por su ubica­ción. Hoy podemos trabajar desde un pueblo en medio de O Courel para una em­presa con sede en Tokio sin que resulte un problema. Las grandes empresas lo saben, y por eso la demanda de profe­sionales TIC se ha disparado”, añade.

El único requisito impres­cindible para que la empresa pueda adaptarse a este mo­delo es rodearse de los profe­sionales adecuados. “Que las conexiones funcionen como es debido, que no existan problemas en el desarrollo de aplicaciones compartidas, que el trabajo fluya... En de­finitiva, depende de que tu equipo técnico se componga realmente de expertos”, con­cluye García.

Sin fronteras y sin límites

100% online, personalizada, basada en la idea del “learning by doing” —aprendizaje a través del trabajo real—, y con una clara vocación internacional. Así es la formación TIC del futuro, una metodología que Tokio School lleva años desenvolviendo con éxi­to, y que permite alcanzar resultados de excelencia en poco tiem­po. “En seis o nueve meses, nuestro alumnado puede terminar su formación y lanzarse al mercado laboral”, indica Leticia García.