«La prevención en la salud bucodental aumenta la calidad de vida de los pacientes»

Aunque las estadísticas más recientes parecen demostrar que la cultura del cuidado y la prevención oral han mejorado en España en los últimos años, nuestro país sigue por detrás de otros del entorno como Francia, Alemania, Estonia, Holanda o República Checa en lo que se refiere al número de visitas al dentista al año.

Los datos de los últimos años a nivel nacional muestran que tan solo el 50% de los pacientes acuden al menos una vez al año al dentista. Por otra parte, aproximadamente un 80-85% de la población adulta en España tiene gingivitis, un 25-40% presenta periodontitis y entre un 22-43% de los pacientes presenta enfermedades similares que afectan a los implantes dentales, específicamente a los tejidos que rodean a los mismos.

Enfermedades de las encías, el enemigo silencioso

Si bien en muchas ocasiones enfermedades orales como los traumatismos o la caries se presentan con dolor, el problema reside en que las enfermedades de las encías y los implantes no suelen causar dolor en sus fases iniciales y moderadas. De ahí la importancia de concienciar y educar a la sociedad, así como a los profesionales, del efecto positivo que la prevención puede tener a nivel global.

Hay que destacar que cada vez son más numerosos los estudios que muestran los beneficios de un enfoque preventivo para limitar el impacto de las enfermedades infecciosas de las encías, los dientes y los tejidos que rodean a los implantes dentales, limitando la necesidad de tratamientos más complejos, la aparición de complicaciones y disminuyendo el coste económico de los tratamientos, tal y como destaca un reciente Workshop Europeo realizado por la Federación Europea de Periodoncia en el año 2014.

Relación entre salud oral y salud general

El principal objetivo de la prevención es promover estilos de vida saludables. Las investigaciones muestran la relación que existe entre el estado de nuestra salud bucal y enfermedades como la diabetes o cardiovasculares y respiratorias, entre otras. Y es que el aumento de la inflamación sistémica que provocan enfermedades como la periodontitis, puede dificultar un correcto control de la diabetes, o aumentar la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio.

Formación y prevención

«Una mayor concienciación por parte del odontólogo en el ámbito de la prevención, así como una formación constante para estar al corriente de los últimos avances son claves en el cambio de tendencia que está experimentando la profesión, y pueden aportar un gran valor al conjunto de nuestra sociedad», explica el Dr. Santiago Mareque Bueno, profesor asociado de la Universidad de Santiago de Compostela, cuyo centro de trabajo está orientado a la prevención oral y al tratamiento periodontal de las enfermedades de las encías.

Parte del problema es que los beneficios de la prevención no se reflejan a corto plazo «pero ayudan de forma eficaz a disminuir la aparición de problemas estéticos y funcionales, y lo que es más importante, a aumentar la calidad de vida de los pacientes y mejorar su estado de salud general» mediante la introducción de pequeños hábitos y visitas periódicas al dentista.