La cirugía estética también es 2.0

Hoy en día es muy común ver caras frescas y rejuvenecidas tanto en los medios y redes sociales como por la calle, haciendo cada vez más apología del dicho de que “los 40 son los nuevos 20”. Esto se debe, en parte, a las nuevas técnicas y a su cada vez más rápida evolución de las ya existentes sobre todo en las de rejuvenecimiento facial. Hay una de ellas que destaca sobre las demás: el lifting o ritidectomía.

Obviamente, una ritidectomía o lifting facial no detiene el proceso de envejecimiento pero sí ayuda a mejorar las señales de vejez que más se suelen agudizar como las arrugas o la flacidez del rostro. Afortunadamente, atrás quedan aquellos rostros “hiperestirados” y sin apenas expresión. En un estiramiento facial tradicional, se levantaba literalmente la piel de la cara de manera que la piel quedaba tensada dando lugar a un rostro sin apenas signos de expresión y exageradamente artificial.

La técnica mejorada de lifting facial que se practica en centro especializados como Clínica Novoa consiste en una intervención quirúrgica en la cual se extrae la grasa corporal sobrante y se reafirman los músculos internos, lo cual ayuda a lucir un aspecto mucho más joven y, sobre todo, expresivo sin caer en la artificialidad. La mejora en la flacidez de las mejillas y el cuello producida por la edad o cambios de peso se evidencia enseguida, ya que la técnica permite devolver a su sitio los músculos y el tejido celular subcutáneo.

Gracias a la evolución de esta cirugía es posible recuperar una versión más renovada de uno mismo manteniendo la expresión y la naturalidad, dos factores muy importantes para que el resultado sea plenamente satisfactorio.

Mediante este renovado tratamiento quirúrgico se alcanzan resultados mucho más naturales que los vistos anteriormente con tratamientos de rellenos faciales llevados al extremo y que “sobrerrellenan” creando volúmenes antinaturales.

Por si fuera poco, esta técnica -indicada especialmente a partir de los 40 años- tiene un efecto más duradero que las anteriores.

El postoperatorio de esta intervención es suave. Las intervenciones quirúrgicas faciales no suelen ser dolorosas aunque sí visibles. Por este motivo, requieren de un postoperatorio de varios días tras los que el paciente podrá reanudar su actividad normal.

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