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¿En qué te debes fijar a la hora de elegir un EPI?

Consejos fundamentales a la hora de elegir el EPI adecuado para tu trabajador

30 oct 2019 . Actualizado a las 16:53 h.

Grupo Empresarial Torneiro lleva más de 30 años comercializando material de seguridad laboral. Cuenta en su plantilla con expertos dedicados al asesoramiento en prevención que nos dan unos consejos útiles para orientarnos sobre cómo elegir un EPI´S correctamente.

Elegir el EPI adecuado no es fácil porque intervienen muchos factores. Debemos conocer al detalle el tipo de trabajo a realizar, en qué circunstancias lo va a usar, condiciones físicas del trabajador, la duración de las tareas y qué riesgos implica llevarlas a cabo. En todos los casos se debe cumplir el Reglamento (UE) 2016/425 común a todos los EPIs, dentro de él se determinan las características y grado de protección ante determinados factores de riesgo.

Además debemos tener en cuenta las especificaciones de uso de los fabricantes que advierten de determinadas limitaciones de uso en sus productos (rangos de temperatura máximos o mínimos, incompatibilidad con determinadas sustancias químicas, compatibilidad con otros equipos de protección, etc). 

En muchas ocasiones, no se tienen en cuenta todos y cada uno de los riesgos a los que se puede estar expuesto realizando una tarea, por ello, estar perfectamente informados sobre los riesgos de su puesto de trabajo y contar con un asesoramiento experto es muy importante a la hora de seleccionar los EPI´S.

Veamos a continuación, como ejemplo, una orientación sobre los aspectos más fundamentales en qué fijarse a la hora de elegir algunos de los EPI´S más habituales.

CASCO DE SEGURIDAD

Para equipar a un trabajador con un casco de seguridad, deberemos tener en cuenta más factores que simplemente la protección contra impactos o su ergonomía. Es muy importante conocer el grado de aislamiento eléctrico, si los trabajos que se van a realizar implican la presencia de riesgos eléctricos. 

Según la norma europea EN 397 los cascos de protección para la industria deben tener: casquete, visera, ala, arnés, banda de cabeza y banda de nuca. Sin embargo, la norma EN 14052 define nuevas prestaciones para los cascos que aumentan su seguridad. 

Los cascos que respetan esta normativa, disponen de una alta resistencia a los impactos (incluso fuera del área de la cresta) y a la perforación y poseen además otras propiedades protectoras como el barboquejo (banda que se acopla bajo la barbilla y que favorece la estabilidad del casco sobre la cabeza, importante por ejemplo en trabajos en altura). Si elegimos este tipo de cascos estamos dando al trabajador una protección adicional importante. 

EPI’S EN ALTURA

Dependiendo de la técnica de trabajo en altura a emplear, nos podemos encontrar distintos tipos de sistemas de protección.

Así por ejemplo, los sistemas de retención, impiden la caída del usuario ya que no le permiten alcanzar la zona donde existe el riesgo de caída; los sistemas de posicionamiento permiten realizar trabajos en altura con libertad de movimientos en ambas manos y los sistemas anticaídas permiten detener la caída y limitar la fuerza del impacto.

Cualquiera de estos sistemas de protección en altura, en función de las técnicas a emplear, se compone de una serie de elementos como son los puntos de anclaje (anclajes genéricos, líneas de vida,...), los arneses, los cabos de conexión (mosquetones, cuerdas, absorbedores de energía cinética, conexiones deslizantes o retráctiles,...). A continuación, señalamos en la fotografía los distintos elementos de un equipo anticaída cogido como ejemplo.

El uso de los sistemas de protección contra caídas en altura debe estar precedido de un análisis realizado por personal con formación específica que estudie la zona de trabajo y los riesgos que implica acometer las tareas. De esta forma nos aseguramos de que las técnicas y los equipos de protección empleados son los más adecuados para proteger al trabajador. Este estudio deberá tener en cuenta variables como la distancia de caída, resistencias de los elementos de anclaje, entre otras.

CALZADO DE SEGURIDAD

Para elegir el calzado adecuado para nuestros trabajadores, no solamente debemos prestar atención a los riesgos más evidentes como puede ser el riesgo de aplastamiento por caída de una carga, sino que también habremos de fijarnos en el entorno de trabajo y los productos empleados. Por ejemplo, el calzado de seguridad de un mecánico debería ser resistente a hidrocarburos y tener la suela antideslizante.

Existen diferentes clases del calzado de seguridad de uso profesional, reguladas por la norma EN ISO 20345. 

Para el calzado de cuero y otros materiales no poliméricos:

  • SB: esta clase de calzado ofrece los requisitos básicos de protección de dedos y resistencia.
  • S1: esta clase cumple con los requisitos de la clase anterior SB e indica que el calzado tiene la parte trasera cerrada, que es antiestático, que absorbe energía en la zona del tacón y que es resistente a los hidrocarburos.
  • S2: este tipo ofrece las características S1 y además es resistente a la penetración e impide absorción de agua en la zona superior.
  • S3: este tipo ofrece las prestaciones del anterior e incluye una suela con resaltes resistentes a la penetración.

Para el calzado que sea todo de caucho o totalmente polimérico:

  • SB: calzado con los requisitos básicos de protección con puntera de protección que resiste una fuerza de impacto de 200
  • S4: calzado con propiedades antiestáticas y absorbedor de energía en el talón
  • S5: como S4 y resistencia a la penetración y suelas con clavos

Debemos tener en cuenta estas clases para poder elegir el calzado adecuado, según la tarea a realizar y conseguir la óptima protección del trabajador. 

Para una mayor información sobre los equipos de protección individual, puedes consultar las Guías Orientativas que elabora el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y las Notas Técnicas de Prevención (NTP). También puedes ver EPIs en nuestra tienda online y consultarnos información.

Pero recuerda, la elección del material de prevención no es una tarea sencilla, por ello hay que observar detenidamente los riesgos que implica el desarrollo del trabajo y contar siempre con el mejor asesoramiento.