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¿Por qué apostar por un coche híbrido enchufable es una gran opción?

En plena revolución sostenible es una alternativa tan viable por las garantías y el acceso a puntos de recarga como un coche tradicional, con la ventaja de que es menos perjudicial contra el medio ambiente. Además, su precio es cada vez más ajustado

03 jun 2019 . Actualizado a las 10:01 h.

La conciencia verde se ha apoderado de la sociedad. Que se lo digan sino a todos los jóvenes que siguen a Greta Thunberg, la niña sueca que quiere salvar el planeta y se manifiesta todos los viernes a favor del medio ambiente. O a las compañías que apuestan por el Green Friday en contraposición al fervor costumbrista del viernes negro. Sin embargo, abundan aquellos que, pese a tener una acusada conciencia verde, todavía conducen vehículos tradicionales de diésel o gasolina. Muchas veces, porque desconocen las ventajas de los coches híbridos enchufables, una gran alternativa de cara al futuro. Tanto porque ayudan a reducir la contaminación, ese mal endémico del que las grandes ciudades son incapaces de librarse, como por el ahorro económico que traen consigo, entre otras cosas, porque cuentan con menos elementos mecánicos susceptibles de tener que pasar por el taller y otros muchos electrónicos que pueden ser mejorados con solo una actualización de software. Además, cada vez más administraciones ofrecen beneficios a los particulares que se suman a este cambio.

Atendiendo solo a la cuestión económica a muchos les surgirá la duda del precio, pues aún existe la sombra de que su precio es más elevado que el de un coche tradicional. Sin embargo, la brecha con los modelos térmicos se ha ido reduciendo notablemente hasta la actualidad. De ahí, en parte, que ya haya en el parque automovilístico español más de 230.000 unidades. De estos vehículos, concretamente los híbridos enchufables (que siguen diferenciándose de los tradicionales en que mezclan un motor de gasolina o gasóleo con otro eléctrico) tienen el plus para el conductor de que no tiene que estar pendiente de cuándo debe o no repostar. Más claro:  si el coche híbrido enchufable tiene una autonomía de 70 km y el usuario realiza 50 km con su motor eléctrico, podrá recargar la batería de dicho motor eléctrico sin tener la necesidad de recurrir al de gasolina en ningún momento. Mención aparte requiere el hecho de que cada vez existen más puntos de recarga: concretamente 3.000 a lo largo de la geografía española.

Por si esto fuera poco, hay que tener en cuenta que estos vehículos consumen menos durante las frenadas o, por ejemplo, cuando circulamos cuesta abajo, el motor eléctrico recupera parte de la inercia del coche para recargar las baterías. Pero esto no es todo. Los coches híbridos enchufables combaten con fuerza otro de los perjuicios del siglo XXI: la contaminación acústica, que no es tema menor. Los molestos sonidos del motor se eliminan y los coches se deslizan por las calles de una forma casi silenciosa, que solo respeta el ruido mínimo necesario por cuestiones de seguridad. En el marco de este escenario, el de una ciudad colapsada por los molestos decibelios, se encuentra también otro gran problema que buscan eliminar las administraciones y que limita la movilidad, las restricciones del tráfico, como ocurre en el centro de Madrid.

Probablemente esta tendencia seguirá creciendo conforme la libertad de muchos conductores se reduce. No así la de aquellos que hayan optado por un coche híbrido enchufable: con ellos puedes acceder al centro de las urbes sin inconveniente. Y con el modo automático puesto, pues no olvidemos que es una de las características de este tipo de coches. Olvídate de estar pendiente del freno de mano y el motor y disfruta de lo que el medio ambiente puede ofrecerte si otros, como tú, se suman a la revolución sostenible.