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Cuando el kebab vino para quedarse

Pasó de ser un plato desconocido a formar parte del podio de la comida rápida, no solo por su sabor sino por sus diferentes variantes: durum, lahmacun, falafel...

18 oct 2019 . Actualizado a las 14:48 h.

Le costó encontrar su hueco pero lo ha hecho y a lo grande. Desde Estambul, llegó a Europa la versión turca de esta comida consistente en carne de cordero en pan de pita acompañado de salsa y verdura. Curiosamente, el origen del Kebab no es turco, sino berlinés. Un inmigrante lo ideó como comida rápida y barata para los obreros del barrio de Kreuzberg y desde entonces su fama no ha hecho más que crecer. Curiosamente, hasta ese momento el kebab era la comida de los reyes persas en la antigüedad.

Desde hace más de 15 años se instauró en la gastronomía local como una alternativa igual de válida a otras comidas rápidas como la pizza o las hamburguesas. Gracias a los ingredientes que lo componen un kebab incluye casi todos los grupos alimenticios necesarios para una alimentación saludable: contiene pan, cuyos cereales aportan hidratos de carbono; verduras y hortalizas como cebolla, tomate y lechuga, que proporcionan vitaminas y fibra; lácteos (presentes en la salsa de yogur) y aceite.

Según su método de preparación, es posible encontrar distintas variantes. Por ejemplo, el Durum, que lleva los mismos ingredientes que el kebab pero se prepara en una masa más fina denominada yufka en lugar del pan de pita.

El Lahmacun o también llamada pizza turca es una base de pan plano, fino y redondo en el cual se añade una mezcla de carne y verduras. Se suele enrollar y comerse con la mano. Es como una versión del durum en la que tendremos que terminar nosotros el enrollado.

Los platos combinados también son otra de las opciones de emplatado, aunque esta es más común para consumir en local. Consiste en presentar todos los ingredientes de un kebab en un plato pero sin introducir ningún tipo de pan.

Referencia en Galicia

La cadena de restaurantes NEWROZ se estableció en 2001 en Valencia y llegó a Galicia en 2004. Desde entonces, cuentan con locales en A Coruña (Ronda de Outeiro, 260) y Santiago de Compostela (Avenida de Figueroa, 15). Además de ofrecer kebabs tradicionales, también ofrecen versiones en brocheta como son los shish kebab o kiyma kebab además de variedades en platos de pollo, filetes de ternera y varias opciones de platos vegetarianos.

¿Cuál es su secreto para llevar abiertos más de tres lustros? “Lo principal es mantener la calidad de las carnes que ofrecemos”, afirma su gerente Isak Kaya. Las carnes se preparan cuidadosamente y se revisan, analizan y certifican antes de ponerse a disposición del público.

Por si fuera poco, el pan que utilizan para el kebab es casero y se hace a diario, al igual que la pizza cuya masa fresca se consigue gracias a una receta especial mejorada a lo largo de los años.

Los vegetarianos también tienen a su disposición diferentes platos como Falafel, también conocidas como croquetas de garbanzos y otros platos más establecidos como el humus o la crema de berenjena. Platos como el Borek -rollitos relleno de queso- o Mucver -tortilla de calabacin con zanahoria- tienen muy buena acogida entre la comunidad vegetariana.

El capítulo de postres no podía ser menos. Elaboraciones artesanas como Baklava -dulce árabe tradicional elaborado con una pasta de pistachos- y Sirani -elaboración a base de yogur parecido a un turrón artesano- comparten vitrina con otros clásicos como la tarta de la abuela o el tiramisú casero.

La guinda del pastel en los restaurantes Newroz es la atención al cliente y la calidad del servicio, motivo por el cual consiguen que los clientes repitan, recomienden el local y se animen a sugerir mejoras para seguir creciendo.