Así ha sido el concierto Sensogenoma: «Me parece impresionante, la capacidad de convocatoria es extraordinaria»
CIENCIA
Unas mil personas han asistido al mayor experimento realizado hasta el momento para saber cómo afecta la música a la expresión de los genes, dirigido por los investigadores del IDIS Antonio Salas y Federico Martinón
01 oct 2022 . Actualizado a las 09:28 h.«Yo me enteré a través de mi hermana, que vive en A Coruña. Y en cuanto lo vi, vamos». Elena Gamborino extiende el brazo derecho y mientras le extraen un poco de sangre cuenta que aunque es cirujana, trabajó mucho tiempo con Antonio Salas, que, junto a Federico Martinón y el equipo de Sensogenoma, condujo ayer el mayor experimento realizado hasta el momento para investigar si la música puede modificar la expresión génica. Más de mil personas acudieron a un concierto de una hora de duración de la Real Filharmonía de Galicia en el que se recogieron unas 1.200 muestras biológicas que permitirán analizar más de 20.000 genes para dilucidar cómo afecta la música a nivel molecular.
«Me parece impresionante. Es una capacidad de convocatoria extraordinaria», dice Elena Gamborino mientras a su hija también le extraen la muestra. Ella no está nerviosa, pero hay otra gente que sí. Lo cuenta Montse Portas, una de las 50 profesionales de enfermería que ha participado en el proceso: «Estuvimos preparándolo hasta hace unas horas, tiene una logística detrás y un trabajo de semanas», explica.
«Generalmente vienen nerviosos, creo que es síndrome de la bata blanca», pero con ganas de participar en una experiencia única. Un experimento que pretende estudiar qué ocurre a nivel molecular cuando se escucha (y se toca) música. Se ha estudiado a nivel neurológico durante décadas, que han venido demostrando, sobre todo en neurociencia, que la música tiene un gran impacto. Ahora se trata de saber si ese impacto se produce también en la expresión génica.
Quizá uno de los momentos más espectaculares ha sido el de la toma de muestra de saliva: cientos de espectadores, sentados en su butaca, pasándose el hisopo por la boca al mismo tiempo y a pocos minutos de comenzar el concierto, en el que han participado más de 50 músicos y que ha movilizado a 70 personas que forman parte del equipo de investigación que dirigen Federico Martinón y Antonio Salas.
El concierto de ayer, para público general, viene precedido de otra actuación el 14 de junio a la que asistieron personas con demencia y sus cuidadores. Un primer procesado de los datos ha demostrado que efectivamente, hay patrones de expresión génica diferenciados antes y después de una actuación, que son distintos entre las personas con alzhéimer y las que no tienen patologías y que además, existen diferencias entre quien toca y quien escucha la música.