«Antes íbamos a los accidentes con una cámara Polaroid»

Toni Silva CAMBRE / LA VOZ

CIENCIA

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La policía de Cambre mostró la evolución de su material en la feria de ciencias

24 sep 2022 . Actualizado a las 19:44 h.

—Empecé como policía en 1996, y les expliqué a los chavales que entonces no había ni Google ni teléfonos móviles.

—¿Y ellos cómo reaccionaban?

—Pues a algunos les daba la risa.

Manel Martínez, agente de la Policía Local de Cambre, realizó un servicio especial durante la reciente feria de ciencia. Desde un puesto habilitado en el recinto, explicó a los visitantes cómo han cambiado los tiempos en cuanto al material policial gracias a los avances científicos. Manel retoma su discurso: «Cuando había un accidente, venía la gente a la sede policial a avisarnos o, como mucho, llamaban a un teléfono fijo que no siempre estaba operativo», recuerda este veterano policía, al que le tocó vivir los tiempos en que los atestados se hacían en una máquina de escribir (expuesta durante la feria) «por triplicado». «Antes íbamos a los accidentes con una cámara Polaroid, pegábamos las fotos en los documentos, y hacíamos los croquis con unos sellos», añade con ese «antes» de sabor a prehistoria. Porque hoy usan cámaras digitales y redactan los atestados en pantallas que vuelcan la información al momento en la base de datos, y para esos croquis de siniestros se apoyan en Google Maps.

 Con el tiempo, todo el material se ha ido achicando en tamaño y ampliando en prestaciones. Muestra un escudo propio de las imágenes en blanco y negro. «Ahora estamos esperando unos convexos que ayudan a atrapar a personas que amenacen con arma blanca», explica el agente. También las grandes porras, que atrajeron la mirada de los más pequeños, han mudado por bastones más discretos y extensibles, que facilitan su portabilidad. Igual que los grilletes. «Antes eran de cadena, luego de bisagra, y ahora son plegables con tendencia a la rigidez, lo que garantiza la seguridad del policía».

Si en algo han notado el paso de los años los cuerpos de seguridad es en la indumentaria. Manel contó a los visitantes de la feria que vestían zapatos muy sencillos y pantalones de tergal. «Ahora tenemos ropa de Goretex, botas antideslizantes, hemos vivido una evolución impresionante», explica.

Alcoholímetros

Lo mismo ocurre con los aparatos para la detección de alcohol y drogas. «Antes el alcoholímetro daba una valoración inicial, y hacíamos las diligencias en función de los síntomas, igual que hacemos ahora cuando la persona se niega a soplar», indica. Pero la ciencia ha borrado ese pasado de un plumazo con elementos propios de Matrix. «Etilómetro evidencial, etilómetro de precisión (ambos con impresora Dräger), tableta con aplicación Sit Sanciona para denuncias de tráfico e impresora, y analizador de drogas con kit de prueba auxiliar Drugtest», reza la relación de elementos mostrados en la feria.

A través de pósits, los jóvenes dejaban por escrito sus impresiones, donde alabaron el tono didáctico de Manel. Hubo quien se alegró por la seguridad de los propios agentes. «Una buena noticia que tengáis chalecos antibalas», firmó José, uno de los muchos niños que pasaron por este rincón de la feria científica.