Carlos Pajares Vales: «Faltoume por cumprir o soño de converter a Galicia nun Silicon Valley»

Raúl Romar García
r. romar LA VOZ

CIENCIA

XOAN A. SOLER

El catedrático emérito de la USC, pionero de la física de partículas en España, exrector y creador del Igfae, será nombrado este miércoles académico de honra de la Real Academia Galega de Ciencias

25 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó a Galicia con 34 años en 1979. Y, como reconoce, «non tiña todas conmigo para quedarme». Se había formado con los mejores físicos del momento en España y curtido posteriormente en el extranjero en las universidades de Lausana (Suiza), París Sur (Francia) y Washington (Seatle) antes de ser reclutado por Pedro Pascual en la Universidad de Barcelona.

Fue entonces cuando salió una plaza en Santiago y le pudo la morriña. «Meus avós eran galegos», recuerda. Por aquel entonces ni existía la Facultad de Física, que se inauguró en el curso 1985-1986, y apenas tenía para trabajar un despacho de cinco metros cuadrados. Por eso dudó en quedarse. Hasta que se casó en Galicia, donde Carlos Pajares Vales (Madrid, 1945) acabó labrando una carrera que lo acabó convirtiendo en uno de los pioneros de la física de partículas en España y en el rector de la Universidad de Santiago en la época en la que la gran institución académica centralizada dio paso a las tres universidades actuales: Santiago, A Coruña y Vigo.

«Foi unha insensatez ser rector con 38 anos»

Antes fue decano de la Facultad de Físicas y se convirtió en rector a los 38 años, compitiendo por el puesto con Xosé Manuel Beiras y Miguel Ángel Ríos. «Foi unha insensatez ser reitor con 38 anos, pero non tiña más remedio que dar o paso adiante», confiesa.

Hoy, Carlos Pajares Vales, catedrático emérito de Física de Partículas en la USC, es historia viva de la ciencia, una trayectoria que acaba de ser reconocida por la Real Academia Galega de Ciencias, que lo nombrará este miércoles como académico de honra. Un privilegio que hasta el momento solo tiene el exdirector de la Unesco Federico Mayor Zaragoza.

Pajares Vales se arrepiente de pocas cosas de lo que ha hecho, pero quizás de lo más orgulloso de lo que se siente es de sus alumnos, que «son moito mellores que eu». Varios de ellos trabajan en el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (Igfae), que también contribuyó a crear y que se ha convertido en el único centro gallego con el sello de excelencia María de Maetzu.

No presume, pero sí se siente orgulloso de su legado, aunque en su extensa trayectoria, que también lo llevó a ser el delegado en España del Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN), también ha dejado algún sueño por cumplir. «Eu tiña -rememora- moi avanzado o proxecto para construír un centro de Optoelectrónica que podía converter a Galicia nunha especie de Silicon Valley, pero ao final non se materializou por distintas razóns. Faltoume por  cumprir ese soño».

Tenía el apoyo del Ministerio de Defensa, que le había comprometido una inversión millonaria, de la empresa Navantia y el de Caixa Galicia, que le cedía los terrenos. También tenía el respaldo de la Xunta de Fraga y de las sociedades europea y americana de Optoelectrónica. Pero no pudo ser. Seis años después se creó en Cataluña un Instituto de Fotónica, algo similar a lo que él pretendía, con más de 400 investigadores y más de 200 empresas asociadas a su entorno.

No pudo ser, pero sí presume del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías, al que le aventura un futuro aún más brillante y con varios de sus antiguos pupilos situados ya entre los científicos gallegos con mayor impacto en la investigación mundial. «Eu estou moi satisfeito do Igfae, e a proba do seu éxito é que cando sacamos as prazas posdoctorais hai loitas por vir, con doutores de Harvard ou do MIT que queren vir aquí».

Carlos Pajares, que entre sus muchas distinciones cuenta con la Medalla de oro 2000 de la Real Sociedad Española de Física y con el nombramiento como caballero de la Orden de las Palmas por parte del Gobierno francés, tomará posesión en la tarde del miércoles como académico de honra de la Real Academia Galega de Ciencias con el discurso titulado Sencillez y belleza en la ciencia y la naturaleza (En busca de la simetría perdida), que será respondido por el presidente de la academia, Juan Lema Rodicio.

Al acto, aparte de los académicos, también asistirán el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; los rectores de la USC y la UDC, Antonio López y Julio Abalde; la presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez, y el presidente de la Real Academia Galega, Víctor Freixanes.