Se han localizado varias zonas de cría, pero todas varían cada año excepto la de la plataforma de A Coruña, que es persistente
04 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Investigadores de los centros de Vigo y Santander del Instituto Español de Oceanografía (IEO), del Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CISC) y de la Universidad de Valencia han conseguido desarrollar un modelo capaz de localizar los criaderos de merluza europea (Merluccius merluccius) en el norte de la península Ibérica. Es de esta forma como han descubierto que existe un área de cría principal ubicada a lo largo de la plataforma continental del golfo Ártabro, frente a A Coruña, y que, además, se trata de una guardería permanente. Esto es, que se mantiene en el tiempo, a diferencia de otras áreas en las que también se han localizado grandes densidades de pezqueñines de merluza, pero que varían cada año en función de las condiciones ambientales.
«En total, hemos identificado tres áreas permanentes y otras tres intermitentes a lo largo de los años», espacios que «coinciden parcialmente con las zonas de veda de pesca para el arrastre», señala Francisco Izquierdo, doctorando en el Oceanográfico de Vigo y primer autor del artículo.
Los científicos han recogido durante más de 10 años datos de capturas de merluza de talla inferior a los 21 centímetros. Analizando las relaciones existentes entre la presencia de estos juveniles y variables ambientales como la profundidad, la temperatura del agua o la salinidad, han podido entender y predecir su distribución espacial y temporal.
Mejorar el reclutamiento
Los investigadores resaltan la importancia de ese conocimiento, puesto que «la protección de los criaderos de peces ha demostrado ser una herramienta muy útil para gestionar la pesca de manera eficiente, dado que proteger estas áreas puede contribuir a mejorar el reclutamiento de especies objetivo».
Precisamente, el modelo que han conseguido y cuyos resultados han sido publicados en la revista Frontiers in Marine Science, puede contribuir a optimizar la ordenación pesquera desde varios puntos de vista, apunta Izquierdo. «En primer lugar, mejorando el conocimiento de la distribución espacial y temporal de los reclutas de merluza en el norte de la península Ibérica; en segundo lugar, ayudando a definir áreas potenciales de veda de pesca y, en tercer lugar, obteniendo una mejora en los índices de abundancia en los modelos de evaluación de las especies como la merluza».
La investigación se desarrolló en el marco del Proyecto Impress, que tiene por objetivo impulsar el asesoramiento científico para la gestión de los recursos de interés para las flotas españolas que faenan en el Atlántico nororiental.