«La gente sabe que la ciencia importa, ahora falta que dé votos»

R. Domínguez LA VOZ / A CORUÑA

CIENCIA

La Asociación contra el Cáncer visibiliza en A Coruña la labor de los investigadores en oncología

16 ene 2020 . Actualizado a las 15:03 h.

«Parece que los grandes descubrimientos solo salen de Harvard o del MIT, pero aquí en Galicia se hacen algunos muy importantes, lo que pasa es que no se conocen», asegura María Mayán, coordinadora del CellCOM del Inibic, grupo de investigación en cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña que esta tarde participará en el Colegio de Médicos coruñés en la jornada organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer. Visibilizar el trabajo que se realiza en Galicia es la herramienta para poner de manifiesto «la necesidad de investigar para combatir enfermedades tan graves y frecuentes», recalca la experta, quien valora: «La gente ya sabe que la ciencia importa, ahora solo falta que dé votos, que la sociedad empiece a reclamar a los políticos que apuesten por la investigación».

Compartirán foro con Mayán algunos de los nombres propios de la investigación biosanitaria gallega, como Marisol Soengas, directora del grupo de melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, que presentará el ciclo de charlas Con nombre de mujer: Ciencia a pie de calle, además de resumir los avances en cáncer de piel. Estarán también Isabel Varela Nieto, presidenta de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular; Rosario García Campelo, oncóloga del Chuac; Carla Reyes Uschinsky, presidenta de la Asociación de Executivas de Galicia, y el periodista de La Voz Raúl Romar. Juntos ofrecerán una visión sobre la investigación oncológica desde la provincia coruñesa en un encuentro en el que Manuel Aguilar, presidente provincial de la AECC, entregará dos becas predoctorales de 60.000 euros cada una a dos jóvenes biólogas, Kelly Conde Pérez, y Jenifer Brea Iglesias.

Los hallazgos y estudios que se están desarrollando a través de los institutos vinculados a los hospitales de Santiago y A Coruña (Idis e Inibic) con proyectos orientados a resolver necesidades clínicas, son razones más que suficientes para que el sector reclame, sobre todo, «cultura científica y voluntad; no se trata tanto de fondos como de interés», insiste Mayán.

Carracedo, Mabel Loza, Collado, María de la Fuente, Margarita Poza, África González y muchos otros han logrado avances importantes tanto en el diagnóstico precoz de los tumores como en la efectividad de los tratamientos profundizando en áreas como el microbioma, nuevas dianas terapéuticas, desarrollo molecular, biopsia líquida o nanotecnología, por citar solo algunos de los campos de trabajo activos en una comunidad «que está entre las que menos destinan a investigación, el 0,95 % del PIB, cuando en el País Vasco es del 1,8 % y la media europea llega casi al 3 %».

Apostar definitiva y decididamente por apoyar la investigación, una actividad que no solo reporta beneficios en salud, sino en generación de empleo altamente cualificado y retorno económico, es posible a través de planes de captación de talento que multiplican inversiones y «harán que los primeros en beneficiarse de los avances sean nuestros pacientes, no los de Estados Unidos o Inglaterra». Ejemplos hay, asegura, como los de Cataluña o País Vasco, donde han recuperado con creces las inversiones y han sabido también «salvar el bache entre el laboratorio y la industria».