Científicos asturianos ayudan a identificar una proteína vinculada a la metástasis del cáncer de pulmón

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CIENCIA

Los doctores Jackeline Agorreta, Irati Garmendia y Luis Montuenga, coordinadores de la investigación coordinada por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra sobre cáncer de pulmón
Los doctores Jackeline Agorreta, Irati Garmendia y Luis Montuenga, coordinadores de la investigación coordinada por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra sobre cáncer de pulmón Clínica Universidad Navarra

El trabajo concluye que al silenciar esta molécula se bloquea la capacidad invasiva de las células tumorales, lo que ayuda a buscar futuras estrategias terapéuticas personalizadas

28 oct 2019 . Actualizado a las 12:46 h.

Un estudio multicéntrico coordinando por la Clínica Universidad de Navarra y su centro de investigación médica ha identificado una molécula que mejoran el abordaje del cáncer de pulmón al predecir el pronóstico de los pacientes y abrir una vía para futuras terapias personalizadas. Esta investigación ha contado con la participación del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias, dentro del marco del CIBER de Cáncer (CIBERONC). El año pasado se calcula que más de dos millones de personas en el mundo sufrieron cáncer de pulmón y 1,8 murieron como consecuencia del mismo porque, a pesar de los avances de las últimas décadas en la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento, la supervivencia a largo plazo es mucho menor que en otros tipos de cáncer.

El trabajo, cofinanciado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), ha demostrado que la proteína «YES1», que regula la proliferación de las células tumorales y su capacidad para generar metástasis, aumenta en un 15% de los adenocarcinomas y en un 25% de los carcinomas escamosos de pulmón, dos de los tipos más frecuentes de cáncer de pulmón, dice la Clínica en un comunicado. Además, «esta alta expresión se asocia con un peor pronóstico de los pacientes, ya que aumenta la probabilidad de metástasis”, explica Irati Garmendia, primera autora de este trabajo desarrollado en el marco del programa de Tumores Sólidos del Cima.

Las conclusiones, publicadas en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, que ocupa el segundo puesto en el ranking internacional de publicaciones científicas sobre medicina respiratoria, indican que al silenciar esta proteína se bloquea la capacidad invasiva de las células tumorales, una correlación que resulta especialmente importante para orientar ensayos clínicos dirigidos a inhibir la actividad de esta familia de proteínas. Estos resultados sugieren a los investigadores que la proteína »YES1« es una diana viable para el desarrollo de futuras estrategias terapéuticas personalizadas.

Para confirmar esta hipótesis han estudiando el efecto de Dasatinib, un fármaco que está aprobado para el tratamiento de pacientes con leucemias que, entre otros efectos, inhibe la actividad de YES1, y han observado que el tratamiento con este fármaco impide de manera selectiva el crecimiento de tumores pulmonares en los que la YES1 está elevada. La investigación muestra así que YES1 es una diana terapéutica en cáncer de pulmón y puede servir como biomarcador para identificar pacientes que se puedan beneficiarse del tratamiento con Dasatinib u otros fármacos dirigidos contra ella o contra miembros de su familia de proteínas, recoge EFE.

Por eso los especialistas subrayan que esta estrategia terapéutica podría beneficiar a pacientes que actualmente no disponen de ninguna terapia dirigid y de ahí que ahora sus esfuerzos se centren en reducir los efectos secundarios asociados a este tratamiento y en combinarlo con estrategias de inmunoterapia que mejoren el efecto antitumoral de este abordaje terapéutico. Parte de este trabajo se ha realizado con muestras procedentes de 116 pacientes de la Clínica Universidad de Navarra y de 222 pacientes del MD Anderson Cancer Center de Universidad de Texas (EEUU). Además, ha contado con la colaboración del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, el Hospital Universitario Doce de Octubre, en Madrid, y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias, dentro del marco del CIBER de Cáncer (CIBERONC), y también han participado el Hospital Universitario Vall d'Hebron y el Instituto de Investigación Universitaria de Bellvitge, en Barcelona.