Una terapia gallega con átomos de plata multiplica el efecto de la quimioterapia

Raúl Romar García
R. ROMAR REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Álvaro Ballesteros

El innovador tratamiento desarrollado por Nanogap, recibe un premio internacional

17 sep 2019 . Actualizado a las 21:15 h.

Piense en un cabello. Tiene un espesor aproximado de medio millón de átomos. Pues imagine ahora algo mucho más insignificante, con un grosor 170.000 veces más pequeño aún. Cuesta creerlo, pero esta minúscula molécula, compuesta por una agrupación de tres átomos de plata, mucho más pequeña que un nanómetro, es la base de una revolucionaria terapia contra el cáncer que mejora en un 30 % la eficacia de los quimioterápicos más habituales en los tumores que son particularmente resistentes a la acción terapéutica y que, al enfocarlos más selectivamente hacia las células malignas, reducen los efectos secundarios del tratamiento.

Es solo una pequeña muestra de lo que puede ofrecer una innovadora tecnología que surgió de los investigadores de la Universidade de Santiago (USC) Arturo López Quintela y Fernando Domínguez y que está siendo desarrollada por la empresa compostelana Nanogap Therapeutics (Arjuna), filial de Nanogap. El prometedor hallazgo contra el cáncer, que ha sido probado con éxito en las fases preclínicas, acaba de recibir el premio internacional BioTarget Competition 2019, convocado por la prestigiosa institución británica Cancer Research UK. Se trata de una terapia, la primera de ellas que se espera, que ha demostrado un enorme potencial en el tratamiento de ciertos tumores particularmente resistentes.

La investigación, que acaba de publicarse en Advanced Materials y que ha requerido muchos años de trabajo, será presentada este jueves por el rector de la Universidade de Santiago, Antonio López, y por el CEO de Nanogap Therapeutics, Ross Brenckenridge, en un acto el que también participarán el investigador del CIMUS Fernando Domínguez y la delegada en Galicia de la Fundación ‘la Caixa’, Susana Santos Morales, ya que esta institución ha apostado desde el primer momento por el trabajo de los científicos gallegos, que ha financiado en los últimos seis años.

Cinco veces más eficaz

El clúster de tres átomos de plata tiene una capacidad mucho mayor que los quimioterapéuticos convencionales, como el cisplatino, para penetrar y pegarse en el ADN de las células tumorales que, al igual que las sanas, está empaquetado en la cromatina. «De cien moléculas de cisplatino que entran en el interior de las células, solo una se va a unir al ADN. Pero si los quimioterápicos los combinamos con el clúster de átomos su eficacia se ve aumentada en cinco veces», explica Fernando Domínguez.

Nanogap Therapeutics iniciará ahora una ronda internacional de financiación para sufragar el ensayo clínico, para lo que el premio concedido por Cancer Research UK supone un importante espaldarazo. «Primero necesitamos escalar la producción de los clústeres, pero en año y medio esperamos iniciar el ensayo clínico», precisa Domínguez.

La tecnología desarrollada aún deparará más sorpresas. De momento han creado también un clúster de cinco átomos con resultados aún más sorprendentes. «Estamos hablando ?apunta Domínguez? de que si realizamos pequeñas modificaciones en la estructura de los átomos cambian totalmente sus efectos biológicos, ya que se comportan de forma cuántica, por lo que podríamos realizar combinaciones distintas con efectos terapéuticos distintos. Es un campo que nos abre enormes posibilidades».

En el caso concreto de la agrupación de cinco átomos de plata ?los investigadores también trabajan en otros materiales?, lo que se ha visto es que actúan como una enzima, un catalizador biológico relacionado con las proteínas encargadas de proteger a las células de la oxidación. Los clústeres actúan de forma selectiva sobre los sistemas de protección antioxidante que tienen las células. Afortunadamente lo hacen solo en aquellas que tienen una actividad metabólica muy elevada, como son las células tumorales, provocando la eliminación de las mismas. «Lo que proponemos es un mecanismo muy novedoso para el tratamiento del cáncer», dice Domínguez.