«No entiendo la escuela sin educar en valores»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

CIENCIA

ramón leiro

Jorge Soto asegura que esta educación transversal debe ponerse al mismo nivel que todas las otras materias

14 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Jorge Soto Carballo (Pontevedra, 1966) es uno de los diez finalistas del premio Educa Abanca 2017, que busca al mejor docente de España. Lo es en la categoría de universidad, pero su especialidad, profesor de Ciencias da Educación, le acerca constantemente a la escuela. Y allí, asegura, es tan importante enseñar Ciencias Naturales como a convivir. Esta tarde, en la sede Afundación de Santiago, hablará sobre A pedagoxía do ser e do convivir.

-¿Se olvida el maestro de enseñar habilidades sociales y emocionales?

-Claro, creo que es una de las asignaturas pendientes. En estos momentos en educación atendemos sobre todo a procesos de enseñanza y aprendizaje desde el punto de vista cognitivo, pero hace falta trabajar otro tipo de habilidades y competencias que son fundamentales en el día a día de los niños y en el futuro que se está construyendo desde las escuelas. Hablamos de competencias sociales y emocionales, que son recursos necesarios para vivir en sociedad.

-¿Es más importante enseñar a convivir o Ciencias Naturales?

-Son dos cosas diferentes, ninguna es mejor que otra, son complementarias y necesarias. Es preciso trabajar los aspectos y elementos que construyen al alumno desde el punto de vista del conocimiento, pero también es fundamental que tengamos claro que los niños tienen que saber modular la frustración, trabajar la convivencia, y saber estar y ser dentro de un aula.

-Esta teoría choca con la práctica, en donde abundan la burocracia y los contenidos.

-Por un lado está el currículo escolar, con una serie de materias que hay que sacar adelante, pero las habilidades sociales y emocionales forman parte de modo transversal, son el barniz que debe tocar a todas las materias del currículo de primaria e infantil. Lo que tenemos que tener claro es qué tipo de persona estamos ayudando a construir y qué tipo de niño o niña queremos ayudar a que salga a la sociedad. Hoy en día no sabemos transmitir ideas, no sabemos compartir, empatizar y eso se tiene que aprender de una forma organizada en el centro escolar.

-Se trata de enseñar Matemáticas al mismo tiempo que se enseña a compartir, por ejemplo.

-Exactamente, no se puede ver de otra forma. La escuela no puede ser un espacio de enseñar competencias cognitivas solo, sino que en todas las materias hay que entender que al final estás enseñando Matemáticas no solo para producir sino también para convivir en sociedad. Es importante tener un plan de acción en los centros educativos en el que quede claro que la educación en valores hay que empoderarla y ponerla al mismo nivel que las otras materias.

-Sin embargo es habitual escucha a profesores decir: ‘nosotros estamos para enseñar, para educar están los padres’.

-Es que yo no puedo entender la escuela sin educar en valores igual que no puedo entender la familia sin educar en valores. Las dos instancias no son incompatibles, la familia tiene mucho que decir como primer agente socializador, claro que sí, pero la escuela tiene que reafirmarse también como parte fundamental de la construcción de individuos socialmente competentes para vivir en comunidad. Creo que la escuela debe ser un espacio absolutamente social, un espacio en el que tengamos claro que lo que pasa dentro también pasa fuera y viceversa, tiene que haber un desarrollo ecológico, es decir, aunque tenemos que convivir en un espacio de alguna forma artificial, como es la escuela, tiene que simular absolutamente lo que pasa fuera.

El protagonista. Jorge Soto, doctor en Pedagoxía, fue premio nacional de investigación en el 2003 y da clases en Ciencias da Educación de Pontevedra.

Ciclo. Esta tarde, a las 19.30, imparte una conferencia en Afundación en Santiago de Compostela dentro del ciclo «Educación e docencia no século XXI».