Alba Aguión: «El humor ayuda a generar inquietud sobre la ciencia»

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

La subcampeona mundial del concurso de monólogos científicos apuesta por acercar la investigación a la sociedad, también a través de la diversión

22 oct 2019 . Actualizado a las 19:17 h.

Alba Aguión ( A Coruña, 1990) se ha pasado el fin de semana en Chipre haciendo una de las cosas que más le gusta: divulgar la ciencia a los niños. Es parte de su labor en la empresa británica en la que trabaja, pero también es una vocación que la llevó a convertirse en la subcampeona mundial del concurso de monólogos científicos Famelab, una especie de Club de la Comedia de la ciencia, que se celebró en Cheltenham (Reino Unido).

-¿Pensó en llegar tan lejos?

-No, en absoluto. Nunca me había subido a un escenario antes de Famelab, por lo que no imaginé cuando me presenté poder ganar la ronda nacional y, mucho menos, quedar de subcampeona en la internacional.

-En la final presentó el monólogo «En defensa de las cigarras». ¿Es necesario defenderlas?

-Sí. Creo que es un animal que goza de muy poca simpatía, en parte por la fábula de Esopo. Mi intención era cambiar un poco la imagen que se tiene de ellas usando precisamente la fábula que las lleva etiquetando cientos de años como vagas.

-En la semifinal defendió «La inteligencia del hormiguero». ¿Son realmente tan inteligentes?

-Las hormigas no lo son, el hormiguero es el inteligente. Es lo que se conoce como «inteligencia de enjambre», la aparición de comportamientos inteligentes gracias a la comunicación entre pequeñas partes que no lo son, pero que saben autoorganizarse.

-¿Podemos aprender algo de ellas?

-Podemos aprender mucho. A nivel científico nos ayudan, por ejemplo, en la construcción de robots, o en entender cómo las células se organizan para formar órganos. Hay empresas de mensajería que usan modelos matemáticos inspirados en ellas para calcular las rutas de entrega y recogida de mercancías.

-Dicen que se enamoró de las hormigas cuando tuvo que matarlas para un trabajo de investigación. ¿Es así?

-Si. Durante una de mis dos tesis de máster trabaje en un proyecto en el que estudiamos la eficacia de diferentes pesticidas para la hormiga invasora de jardín, que va poco a poco expandiéndose por Europa y matando a nuestras hormigas autóctonas. En ese proyecto descubrí su increíble organización y realmente me quede prendada de ellas. Famelab ha sido una experiencia estupenda para honrarlas como se merecen, y quitarme el sentimiento de culpa después de masacrarlas durante cuatro meses.

-¿La ciencia, mejor con humor?

-Yo creo que sí. El humor es una herramienta estupenda y yo creo que, bien aplicado, ayuda a generar inquietud sobre temas científicos. De eso se trata Famelab, ademas de sembrar una semilla de interés por algo que de otro modo ni te plantearías.

-¿Ha pensado en ganarse la vida con la divulgación?

-Si. La divulgación me gusta mucho. De hecho, mi trabajo actual consiste en visitar centros educativos de Reino Unido hablando de mi experiencia como científica en Svalbard y de las regiones polares. Creo que es importante que los científicos compartan sus proyectos. Es la manera de acercar la ciencia a la gente y de que se entienda a nivel popular su importancia y aplicaciones. Venciendo ese desconocimiento que se tiene en muchos casos sobre ella podemos hacer que mas gente reconozca la importancia de invertir en ella.

-También recorre colegios ingleses divulgando ciencia. ¿Es un modelo extrapolable?

-Sí. En Navidades visite varios colegios en Galicia con un resultado estupendo. Creo que tanto a los profesores como a los alumnos les gustó la experiencia. Espero poder repetirla en cuanto vuelva a Galicia. Tenemos que implementar una manera de enseñar ciencia mas práctica. No se trata de memorizar la teoría, sino de aprender herramientas como saber exponer en público, saber buscar información, entender cómo funciona realmente un equipo de investigación....

-En su trabajo ha tenido que ir al Ártico, ¿qué le ha impresionado?

-Estuve en el Ártico trabajando en un proyecto el verano pasado con la Universidad de York. Y mas bien la pregunta es: ¿Qué no me ha impresionado? Las regiones polares son lugares increíbles, parece que estas en otro planeta. Posiblemente lo que mas impresión me produjo fue tener que llevar un rifle allá donde fuera para protegerme de los osos polares, y experimentar el sol de medianoche (24 horas de luz) durante mas de cinco semanas.