Las tormentas solares pudieron causar un cambio climático y dejar Marte inhabitable

La Voz

CIENCIA

La Agencia Estatal Estadounidense desvela que una gran cantidad de gases del planeta rojo se escapan hacia el espacio provocando que el planeta se volviera tan frío e inhóspito como ahora

05 nov 2015 . Actualizado a las 21:04 h.

El último anuncio de la NASA había generado tal nivel de nerviosismo en la sociedad que eran muchos los que esperaban la comparecencia de este jueves con cierta ansiedad. No es para menos. La convocatoria anunciada por la Agencia Espacial Estadounidense con la promesa de publicar «un nuevo hallazgo en el destino de la atmósfera de Marte», puso las expectativas muy altas. Y es que la última vez que la responsable del programa espacial americano montó una fiesta parecida fue para anunciar la existencia de agua en Marte, una circunstancia que podría probar la existencia de vida extraterrestre. Y es lo que hasta ahora tenemos claro es que el planeta rojo pasó de ser un lugar cubierto por océanos a convertirse en el desierto helado que conocemos ahora.

Si hay algo que los científicos tienen claro es que el desierto rojo que inunda el planeta vecino poco o nada tiene que ver con lo que en realidad era Marte en el pasado. Grandes masas de agua (lo que podemos entender como mares y océanos) y algún que otro río regaban el territorio del planeta rojo y todo este líquido era el que permitía que la vida se desarrollara. Y a estas alturas de la película a todos nos asalta la misma duda. ¿Qué fue lo que ocurrió en la atmósfera de Marte para que desapareciera todo ese líquido? 

Esta es la pregunta que se han propuesto responder los técnicos de la NASA. Y lo han hecho con su misión Mars Atmosphere and Volatile Evolution (Maven), un proyecto que ha dejado claro que existen fuertes evidencias de que un gran cambio climático fue el culpable de asolar Marte. Las evidencias geológicas y químicas han demostrado que el gran cambio en el aspecto de Marte tiene un por qué, y que el planeta helado -cuya superficie puede llegar a alcanzar los 60 grados bajo cero mientras que los polos llegan a superar los 120- fue muy diferente en su pasado.

Con cuatro trabajos publicados de manera conjunta en la prestigiosa revista Sciencelos investigadores han mostrado su interés en descubrir cuáles fueron los gases y qué cantidad de ellos escaparon con dirección al espacio desde la atmósfera de Marte y cuándo y por qué razón ocurrió eso: «Este estudio nos permitirá saber muchas cosas acerca de la historia de la atmósfera y puede darnos pistas sobre el potencial de Marte para albergar vida, al menos en la superficie.

Y con este objetivo como fin, los investigadores se pusieron manos a la obra. Y lo que hallaron puede dar algunas pistas de dónde quedó aquel Marte cálido. Según las primeras conclusiones, actualmente unos 100 gramos de gas por segundo se escapan hacia el espacio exterior, una cantidad que, sin embargo, no es constante y tiene al Sol como principal causante. Según uno de los expertos, el escape de gases de Marte crece increíblemente cuando se producen tormentas solares. Una circunstancia que explicaría muchas cosas, ya que en el pasado la actividad solar era mucho más potente e intensa. Y con estas pruebas en la mano, la respuesta es clara. El escape de gases hacia el espacio es la causa principal de que Marte sufriera un gran cambio climático en su pasado.

«Creemos que el viento y las tormentas solares pudieron ser las culpables de barrer la atmósfera de Marte», explican desde la NASA, donde han comenzado a estudiar las propiedades que rodean a la atmósfera superior (la composición, estructura o variabilidad). Lo cierto es que el espesor de la capa de CO2 que hay en su atmósfera tiene mucho que ver con la temperatura de Marte. 

En este punto es cuando nos asaltan las dudas sobre si la Tierra podría llegar al punto del vecino, y ante esta situación los expertos explican que nuestro planeta no pierde gas al mismo nivel que el del planeta rojo gracias al campo magnético que posee, mucho más potente que el de Marte, quien, en su pasado, sí que llegó a poseer un núcleo tan efectivo como el nuestro. Sin embargo, en algún momento del tiempo, este se congeló provocando que los gases se hayan fugado. 

Lo único que sabíamos era que lo que la NASA desvelaría este jueves eran los nuevos resultados de la misión Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) -encargada de analizar la atmósfera superior de Marte, la ionosfera y la magnetosfera-; y todo apuntaba a que serían los culpables de un reajuste de las teorías y de algunos cambios en los libros hasta ahora escritos sobre el planeta rojo.

Las últimas noticias que se tuvieron sobre la misión MAVEN dan alguna pista sobre lo que se puede esperar de esta tarde. Y es que hace unos meses, cuando la sonda completó mil órbitas alrededor de Marte, tras cuatro meses y medio operativa, la comunidad científica descubrió que dentro del planeta rojo había indicios de agua, así como de un pasado bastante más vivo que el que conocemos ahora de Marte

MAVEN fue lanzado a Marta el pasado 18 de noviembre del 2013, para casi un año después, el 21 de septiembre del 2014, entrar con éxito en la órbita de Marte. La primera misión dedicada a la comprensión de la atmósfera superior marciana tiene un objetivo claro, determinar el papel que la pérdida de gas atmosférico al espacio jugó en cambiar el clima de Marte a través del tiempo.

¿Qué supuso la existencia de agua en Marte?

Los científicos lo tenían claro: si Marte tenía agua, en el planeta rojo puede haber mucho más. Este es el primer paso para la vida y la NASA anunciaba hace unos meses que este podía ser uno de los descubrimientos más importantes realizados por los astrónomos en la historia de la humanidad. Que hay agua en Marte es un hecho pero, ¿qué consecuencias tiene eso? 

El descubrimiento no es importante únicamente por lo que supone y por la medallita que se podrán colgar los investigadores después de largos años de trabajo y sacrificio. No. Este hallazgo es vital para la astrobiología. Un planeta rocoso que tiene agua en su superficie es un planeta con vida. Marte, tiene vida. «Este descubrimiento refuerza lo que ya habíamos visto nosotros, pero lo que se ha detectado ahora no son sales de suelo que absorben vapor atmosférico para crear salmueras durante la noche, sino que es la evidencia de que el agua, rica en sales, surge por debajo de la superficie y fluye hacia arriba, dejando como marca las sales hidratadas», explicaba Jesús Martínez-Frías, investigador del Instituto de Geociencias (CSIS-UCM) y colaborador científico en varias misiones a Marte. 

Pero no es esta la única consideración que hizo el investigador. Martínez-Frías aseguraba que uno de los aspectos más relevantes del descubrimiento es el hecho de que «Marte podría estar geológicamente vivo y activo hoy en día» y que podría tener un «ciclo hidrológico». La posible existencia de agua líquida subsuperficial refuerza la hipótesis de que la «habitabilidad es mucho más favorable bajo el regolito -rocas y minerales sueltos que aún no forman suelo- marciano, que es donde habrá que concentrar los esfuerzos futuros en la búsqueda de vida».