En los próximos meses llegarán los primeros grandes descubrimientos
29 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El edificio de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) ya impresiona desde fuera. Está situado en una plácida llanura entre el lago de Ginebra y las montañas del Jura, al lado de campos de maíz y en medio de una enorme tranquilidad. Dentro (y también lejos), miles de científicos de todo el mundo escudriñan los secretos del origen del universo, pero no lo hacen mirando hacia la mecánica celeste, sino a la atómica. A lo inmensamente diminuto.
Bajo tierra, a entre 50 y 150 metros de profundidad, billones de protones giran en direcciones opuestas a velocidades próximas a la luz en un anillo de 27 kilómetros: más de 11.000 vueltas en un segundo.
Las cifras, todas las que genera el CERN, son mareantes en esta capital mundial de la ciencia, creada en 1954, pero catapultada hace apenas tres con la puesta en marcha del LHC, el gran acelerador. Son difíciles de gestionar y manejar, pero de eso ya se ocupan los más preparados. Y Galicia también está ahí, con una presencia muy destacada, tanto de los científicos con trabajo permanente, como los que van y vienen o están temporadas, y desde luego por los grupos de las universidades gallegas que cotejan resultados o elaboran tesis (unas 4.000 en el mundo, solo con la ciencia que se produce en el centro).
La física Mar Capeáns, de Santiago, es la más veterana, lleva casi veinte años. Los ingenieros electromecánicos y hermanos Francisco y Juan Carlos Pérez, un poco menos. Son parte de una cadena que buscar descubrir qué había y qué hay en el universo: el misterioso bosón de Higgs (clave en la masa de las partículas), la materia oscura, las dimensiones del espacio, la materia y la antimateria...
Todos esperan resultados, y llegarán. Y en pocos meses. Tal vez en doce, opina Sergio Bertolucci, director de investigación del CERN. O antes.
medio siglo
El CERN se creó en en año 1954. España se adhirió en 1961, hace 50 años, aunque de manera permanente no lo hizo hasta 1983. En la actualidad lo integran veinte países, además de los observadores.