El acelerador de partículas europeo logra producir un minúsculo Big Bang

CIENCIA

La colisión de hadrones supone el comienzo del programa científico que busca comprender la naturaleza del universo

31 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La ciencia ha entrado en una nueva dimensión. A las 13.06 horas de ayer, la física abrió una ventana hacia lo desconocido en el inicio de un momento histórico con el que espera dar respuesta a sus grandes interrogantes: ¿Cuál es el origen de la masa?, ¿por qué solo prevalece la materia cuando lo lógico sería que el universo tuviera la misma cantidad de antimateria?, ¿cuál es el origen y la naturaleza de la energía y materia oscura, invisibles y desconocidos, pero que componen el 96% de la materia del cosmos?, ¿existen nuevas dimensiones en el binomio espacio-tiempo?

La aventura comenzó cuando el acelerador de partículas europeo LHC, la mayor máquina que jamás haya construido el ser humano, logró reproducir un mini Big Bang en laboratorio: consiguió aproximarse a las condiciones que existían una milmillonésima parte de segundo después de la creación del universo. El nuevo hito para la ciencia se alcanzó cuando en un gigantesco túnel de 27 kilómetros de diámetro, situado a cien metros bajo tierra de la frontera francosuiza, dos haces de protones colisionaron con una energía de 7,5 teraelectronvoltios, tres veces y media mayor de la que nunca antes se había obtenido. «Estamos una milmillonésima de segundo después del Big Bang», relató James Gillies, propietario del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), el organismo que puso en marcha el LHC.

Análisis de datos en Santiago

La también conocida como máquina de Dios ofrecerá una cantidad ingente de información que debe ser registrada y analizada, un trabajo en el que participa de forma destacada la Universidade de Santiago y el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), que junto con la Universidad de Barcelona forman uno de los tres centros de procesos de datos (Tier) del acelerador con que cuenta España.

El hito logrado ayer desbordó el entusiasmo entre la comunidad científica. «Este es un momento fantástico para la ciencia», señaló ayer el director del CERN, Rolf Heuer. «Ahora comienza la búsqueda de la materia oscura, de nuevas fuerzas, nuevas dimensiones y el bosón de Higgs», resaltó la coordinadora del detector Atlas, Fabiola Gianotti. Más prudente, sin embargo, se mostró el delegado del CERN en España y catedrático de Física Teórica en la Universidade de Santiago, Carlos Pajares, quien cree que para encontrar la partícula divina, la que aporta masa a las demás, aún será necesario esperar a que el acelerador obre a su máxima potencia de 14 teraelectronvoltios, lo que sucederá en el 2012. Pajares sí vaticina, sin embargo, «grandes sorpresas». «Sí se podrá explorar el origen del universo, y esperamos obtener en laboratorio -dice- la sopa de quarks y muones (los constituyentes fundamentales de la materia) que se formó en el inicio y obtener sus propiedades».