El Gobierno descarta un referéndum sobre el proceso de Bolonia

Rafael Herrero

CIENCIA

El Ministerio de Ciencia e Innovación asegura que la Universidad «no se somete a los intereses de las empresas».

09 mar 2009 . Actualizado a las 19:08 h.

Cristina Garmendia mantiene que las protestas estudiantiles anti Bolonia son minoritarias y están protagonizadas por grupos heterogéneos que no siempre tienen relación con el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

Pero el Ministerio de Ciencia e Innovación que dirige está convencido de la necesidad de persuadir a los estudiantes de los parabienes de este proceso, con el fin de frenar un posible aumento de la marea de descontentos.

Con este objetivo, el departamento ministerial responsable de la enseñanza universitaria ha puesto en marcha una campaña informativa y explicativa en diversos medios de comunicación, incluido Internet.

Además, este martes diversos diarios recogían una página entera de publicidad bajo el sugerente título: «¿Qué es el Proceso de Bolonia y en qué afecta a los estudiantes». Como novedad significativa, el departamento gestionado por Garmendia indica que el Gobierno descarta un referéndum sobre el proceso de Bolonia, bajo el argumento de que «tiene 10 años de historia y se ha debatido mucho». «En España -subraya ha sido aprobado por las Cortes con amplio consenso, después de debates con representantes universitarios».

El ministerio responde a 12 interrogantes que, estima, son los que más preocupan a los actuales o futuros universitarios. Por ejemplo, entra sin ambages en uno de los aspectos que han generado más quejas, como es la supuesta mercantilización de la universidad. «¿Se permite la entrada de las empresas en la universidad?».

La respuesta es meridianamente clara: «La relación responsable con las empresas e instituciones seguirá siendo necesaria, pero eso no significa que la universidad se someta a los intereses de las empresas. Ni más ni menos que como hasta ahora».

Precio de los másteres

Niega también de forma tajante que, con la armonización del EEES, los másteres vayan a ser más caros. «En absoluto. Ahora hay másteres oficiales a precio púbico. Antes eran sólo privados y caros». Idéntica respuesta recibe la cuestión de si desparecen las becas para ser sustituidas por préstamos renta: «En absoluto. El Gobierno se ha comprometido a mejorar el sistema actual de becas tanto en financiación como en nuevas modalidades». Y añade: «Desde 2007 ofrece también préstamos renta a interés 0 para másteres. Pero es una opción más, que no sustituye a las becas, que se seguirán concediendo e incrementándose como hasta ahora».

Otra de las respuestas a los supuestos incógnitas de los anti Bolonia es la que denuncia que no será posible trabajar y estudiar al mismo tiempo, por lo que sólo podrán estudiar los ricos. El ministerio asevera que el proceso va a permitir a los estudiantes definir sus estudios con más flexibilidad. «Las universidades podrán diseñar diferentes vías para que los alumnos puedan compaginar estudio y trabajo -acota--. Nuestro sistema ofrece, además, universidades no presenciales que permiten estudiar a distancia».

Prácticas en empresas

Sobre si habrá que hacer prácticas gratis en las empresas, se responde que Bolonia refuerza las prácticas profesionales en el plan de estudios y las considera como un elemento fundamental en la formación del estudiante. «Ni Bolonia ni el Gobierno establecen criterios sobre su remuneración», indica. Ciencia e Innovación arguye que el EEES no solo no está vulnerando la autonomía universitaria, sino que, por el contrario, ofrece «más autonomía» a las universidades para que puedan fijar sus contenidos a partir de unos mínimos. Entonces, ¿por qué se protesta? El departamento dirigido por Garmendia constata que el EEES es un cambio estructural y metodológico de nuestra universidad, por lo que «es comprensible que genere inquietud y también que en torno a él circule información equívoca». El desafío, reseña, reside en explicar bien qué significa.

Y entre esas aclaraciones se encuentra que los nuevos títulos de Grado no devalúan «de ninguna manera» las licenciaturas, máxime cuando permiten «una mayor presencia de enseñanzas prácticas, prácticas externas y movilidad, objetivos esenciales de esta reforma». Fines que capacitan al estudiante para «empezar a trabajar si lo desea, tal como ahora lo hacen muchos títulos de licenciado».

Para otros, puede ser necesario completar los estudios con un máster. Para disipar cualquier mal augurio, insiste el texto publicitario en que los dos grandes objetivos de Bolonia son promover la movilidad de estudiantes y profesores y lograr una «universidad europea de calidad que la haga más competitiva». Y en ese afán están enfrascados 46 países europeos incorporados desde 1999 al EEES.