La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, visita esta mañana la futura sede del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que se ubicará en el edificio Prisma de Cristal en la avenida de Labañou. Con este acto se escenifica la cesión de este complejo por parte de la Diputación al Ministerio para que se convierta en el centro de la red de divulgación científica de España.
Un total de 24 centros repartidos por todo el país contarán a partir de entonces con A Coruña como sede central. Para celebrarlo, la ministra inaugura en la Domus una exposición que, bajo el título Museos para el futuro, recoge los más destacados módulos de estos centros, es decir, «un destilado de lo mejor de la museología científica española», en palabras de Ramón Núñez, director de los museos científicos coruñeses.
Aunque aún habrá que esperar algún tiempo para que el nuevo museo abra sus puertas. Antes hay que acondicionar el Prisma de Cristal a su nuevo uso, ya que fue diseñado en un primer momento para albergar el Centro de las Artes. Todavía es pronto para hablar de posibles contenidos y repartición de espacios, ya que por el momento está pendiente de elaboración un plan museístico por parte de la fundación creada para la potenciación de este proyecto -que cuenta con una consignación presupuestaria para el 2008 de casi dos millones de euros- que defina su funcionamiento.
Aún así, dada la configuración del edificio creado por los arquitectos Victoria Acebo y Ángel Alonso, su adaptación no será complicada. La autora espera que la remodelación no afecte demasiado a la estructura: «Es un esquema muy abierto con claras posibilidades museográficas».
La arquitecta insiste en la conveniencia de observar las condiciones que ofrece el Prisma a la hora de definir el museo: «El programa museográfico no está todavía definido, mientras que el edificio ya está terminado. Así que sería práctico que se tuvieran en cuenta las características del continente para elaborar el contenido».