En las próximas semanas se definirá el proyecto del equipo albivermello
30 may 2023 . Actualizado a las 21:08 h.Acabó la temporada para el Lugo. Y lo hizo en el terreno de juego, en el que el equipo no consiguió la permanencia. Ahora es tiempo de trabajo en los despachos. Toca preparar el nuevo proyecto, cuyo objetivo a tenor de lo que comentó el presidente, Tino Saqués, es devolver al cuadro albivermello al fútbol profesional.
Y en este aspecto, salvo en la dirección del club, el resto de áreas sí sufrirán modificaciones. La primera pasa por la elección de un nuevo director deportivo. Desde la marcha de Carlos Pita, este puesto está vacante, y es necesario e indispensable para establecer la hoja de ruta que seguirá el club, que necesitará la estabilidad que le ha faltado en los últimos tiempos para salir airoso de una campaña que también se presume complicada.
Una vez que llegue ese nuevo director deportivo habrá que ver cuál es el perfil de entrenador que mejor se adapta a lo que quiere y puede ofrecer el nuevo Lugo. Es verdad que al actual entrenador, Íñigo Vélez de Mendizábal, se le ofreció a continuar al frente del banquillo en la Primera Federación, pero la entidad sondea el mercado, porque hay más candidatos al puesto. Todo podría decidirse una vez se confirme el nombre del máximo responsable deportivo de la entidad.
El presupuesto
El hecho de descender implicará aligerar personal y áreas. A tenor de lo expuesto por Tino Saqués, el presupuesto del Lugo para la próxima temporada en la Primera Federación se situará en torno a los seis millones de euros. Y de esta cantidad, sobre dos millones y medio de euros serán los que destinará a la plantilla.
Estos números se cubrirán con diferentes ingresos. La entidad albivermella recibirá 1,25 millones de ayuda al descenso, al igual que el resto de equipos que pierden la categoría, y dispondrá del valor de la plaza de LaLiga, 1,2 millones de euros, una cantidad que en caso de que no haya ascenso, se reducirá a 900.000 euros en el segundo y el tercer año en Primera Federación, ya sin dinero de ayuda al descenso.
La próxima campaña será, sin duda, clave para el futuro de un club que se había convertido en el decano de la Segunda División —fueron once años consecutivos en la División de Plata del fútbol español—. Volver al fútbol profesional es más que una obligación para un Lugo, en el que se prevén numerosos cambios en la plantilla.
Los aficionados albivermellos ya no verán la próxima campaña con la elástica del Lugo en el Ángel Carro a futbolistas de la talla de Sebas Moyano y Óscar Whalley, que fueron los mejores de la temporada que viene de concluir. Y tampoco seguirá Josep Señé, un jugador cotizado en Segunda División, y cuyo futuro puede estar ligado al Albacete del exentrenador del Lugo, Rubén Albés.
Las próximas semanas serán intensas en los despachos. Tocará confeccionar una plantilla competitiva con unos recursos limitados para una Primera Federación, en la que el Lugo será uno de los rivales a batir.