El Lugo, ante un Burgos que no conoce límites bajo la dirección de Julián Calero

Emilio Rosanes

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

El equipo albivermello cierra su etapa en Segunda División ante una de las sensaciones de la temporada

26 may 2023 . Actualizado a las 20:51 h.

En el deporte, como en la vida, se puede ganar o perder, pero lo que no se debe hacer nunca es traicionar los propios valores. Culmina una temporada calamitosa para el cuadro lucense en la que lo peor no han sido los resultados. La falta de confianza en los cuatro entrenadores que han dirigido al equipo, alguno de ellos semanas después de vencer al actual líder de la clasificación, la salida del director deportivo y auténtica leyenda de la entidad, el déficit de confianza en los jugadores salidos de la propia cantera, con inexplicables desapariciones del equipo y, quizá lo peor, permitir que quien ha escupido en los valores de este deporte, lucrándose por una derrota de su propio equipo, sea el portador del brazalete de capitán de una entidad cosida al corazón de muchos lucenses. Es difícil hacerlo peor, pero, posiblemente, las decisiones estén en consonancia con los valores por los que se rige el actual fútbol español, acaparando durante los últimos meses portadas de medios de comunicación de todo el mundo por conductas muy alejadas del fútbol que algunos amamos desde niños. Realmente, ese fútbol está gravemente enfermo y el tratamiento de elección no es otro que el de alejar de este deporte a quienes, creyéndose seres superiores que, con conductas caciquiles, se sienten con capacidad e influencia para intervenir y dirigir decisiones emanadas de personas honestas y con indudable mayor conocimiento del tema.

Despedida de temporada para el Lugo con viaje a Burgos (este sábado, 16.15 horas. El Plantío) en el último encuentro del madrileño Julián Calero, segundo entrenador de la selección española de en Mundial de Rusia y que culmina tres años exitosos al frente de la escuadra burgalesa. Durante la mayor parte de la temporada, ha convertido en habitual sistema de juego 1-4-3-3 con José Antonio Caro en portería, línea defensiva con Jesús Areso y Matos o Fran García en los laterales, Aitor Córdoba y Grego Sierra o David Goldar  como centrales, un tridente en medio campo con Elgezábal, Atienza y Mumo o Raúl Navarro y en línea de ataque Curro Sánchez, Sergio Castell o Juan Artola y Álex Bermejo o Gaspar Campos. Menor protagonismo en esta recta final de temporada para Pablo Valcarce, Mourad, Juan Hernández y Miguel Zabaco.

La sanción por acumulación de amonestaciones de Matos, los problemas físicos de Fran García y el deseo del técnico madrileño de incluir en la alineación inicial a los jugadores que le han acompañado durante su etapa burgalesa ( Zabaco, Mumo, Elgezábal, Aitor Córdoba y Raúl Navarro), así como la convicción de conceder minutos a los jugadores menos habituales, pronostica una alineación inédita en los burgaleses y la confirmación de una exquisita muestra de valores del David Calero en su despedida. Los burgaleses han exhibido un estilo de juego basado en su fortaleza a nivel defensivo, acumulando jugadores por detrás del balón, ayudas defensivas muy solidarias y bien trabajadas, obligando al adversario a utilizar canales exteriores. Su juego ofensivo lo basan en fútbol directo con muy rápidas transiciones y un protagonismo determinante de sus laterales, que han acumulado trece asistencias de gol en el campeonato hasta la fecha. Llamativo el dato de haber conseguido victorias en encuentros con un diecisiete por ciento de posesión de balón.

En definitiva, encuentro de despedida de la categoría con el sueño de regresar, lo antes posible, a este firmamento que nos ha permitido ver, futbolísticamente, el cielo más azul durante muchos años.