Deseos de cosas imposibles en el Ángel Carro

Emilio Rosanes

CDLUGO

Luis de la Mata

01 abr 2023 . Actualizado a las 14:32 h.

Quizá, como dice la canción de La Oreja de Van Gogh, sea más cómodo engañarse, pero quienes siempre nos hemos resistido a que la razón venza al corazón seguiremos soñando con unas matemáticas que aún hacen posible la suma de 52 puntos que, muy posiblemente, harían cumplir el improbable, a fecha de hoy, sueño de permanencia.

Sin margen de error llega la Ponferradina, entidad que en el pasado mercado de invierno intentó corregir la descompensación inicial de su plantilla, superpoblada en posiciones exteriores y carente de efectivos en el sector central, corrección que no se ha traducido en incremento alguno en el ratio de puntos por partido disputado.

El técnico del conjunto berciano, David Gallego, ha utilizado desde su llegada, preferentemente, el esquema de juego 1-4-4-2, siendo habituales en las últimas jornadas Amir Abedzadeh en portería, Paris Adot y Adrián Castellano en los laterales, José Amo y Sofian Chakla como centrales, una línea de creación con Agus Medina y Nwakali, acompañados de Dani Ojeda y Naim García en bandas, con opciones para Hugo Vallejo. En línea de ataque, Edu Espiau y  Derik Lacerda han gozado de confianza de David Gallego como referencias ofensivas en detrimento de José Naranjo y Yuri de Souza. La sanción que debe cumplir en esta jornada José Amo provocaría la inclusión de Pascanu o Diéguez en el once titular.

Los bercianos apuestan por un estilo de juego basado en la posesión, con gran protagonismo de sus medios centros en la fase de elaboración, detectándose cierta merma de efectividad tras la lesión de Erik Morán, su jugador más determinante en esta fase. Como principios irrenunciables en su juego ofensivo se observa la búsqueda constante de acciones de superioridad en bandas, amparada en la excelente calidad de sus jugadores en esta parcela, las continuas permutas de posición que suelen generar numerosas dudas en el equipo adversario y un brillante juego aéreo por parte de sus atacantes, que posibilitan situaciones de desequilibrio en su favor, propiciando prolongaciones, segundas jugadas y notables registros de efectividad en estrategias ofensivas.

En fase defensiva, se detecta un posicionamiento del equipo bastante más retrasado que en la primera fase del campeonato, posiblemente con el objetivo de paliar la deficiente gestión de las transiciones defensivas, auténtico lastre del conjunto berciano, que ha supuesto numerosos goles en su contra y el liderazgo de la categoría en amonestaciones.

La fragilidad y falta de contundencia en propia área ha sido corregida en parte durante las últimas jornadas con la inclusión en la titularidad del marroquí Sofian Chakla, aunque continúan siendo inusualmente frecuentes y decisivas las pérdidas de duelos individuales tanto en balones sobre el césped como aéreos, con un amplio margen de mejora en balones jugados a espaldas de sus laterales, demasiado distanciados de su defensor central más próximo, lo que genera espacios de juego a los adversarios que han resultado decisivos en jornadas pretéritas. Asimismo, el conjunto berciano defiende pésimamente las jugadas de estrategia defensiva, con impropios errores en la toma de decisión y en la orientación de sus jugadores, lo que ha supuesto dos goles en propia meta en las cinco últimas jornadas en jugadas sin aparente peligrosidad para la propia portería.

Un fin de semana más para continuar soñando con la incertidumbre de un objetivo casi imposible y con la certeza de que, pase lo que pase, seguiremos a la entidad como siguen los puntos finales a todas las frases suicidas que buscan su fin.