El exremo ourensano llegó el pasado verano al Cartagena tras hacer historia en el Huesca
22 mar 2023 . Actualizado a las 21:53 h.El extremo gallego David Ferreiro (Ourense, 1988) juega ahora en el Cartagena, próximo rival del Lugo este viernes a las 21 horas en Cartagonova. Ferreiro llegó el pasado verano al equipo murciano después de convertirse en el jugador más importante o de los más importantes de la historia del Huesca siendo capital en dos ascensos a Primera y dos temporadas en máxima categoría. Antes, compitió en el Lugo entre 2014 y 2016 siendo titular muy habitual con Quique Setién, Luis Milla y José Durán y consiguiendo dos permanencias muy holgadas.
—¿Cómo afrontan esta semana corta con partido ante el Lugo?
—Para nosotros es una semana importantísima, como para el Lugo. Estamos a siete puntos de la promoción, queremos recortar esta distancia y todo pasa por ganar en casa. Son tres puntos necesarios para aspirar a algo bonito.
—Ganaron 0-3 ante el Eibar, actual líder, o, por ejemplo, 0-3 en Ponferrada, pero ahora encadenan dos derrotas encajando un total de ocho goles. ¿En qué momento está el equipo?
—Sí, estábamos en una buena dinámica. Estuvimos ocho sin ganar, luego enlazamos tres ganando en cuatro jornadas, que te da ese plus para estar arriba. Ahora, como dices tú, llevamos dos derrotas complicadas. Contra el Andorra (0-3) teníamos mucha ilusión por ganar, pero fue un partido muy bueno por parte de ellos. En Villarreal somos capaces de remontar, pero nos marcan tres goles en tiempo de descuento y el resultado es bastante abultado. Hay que seguir. Tenemos una nueva oportunidad en casa, quedan diez partidos y mucho por decidir.
—Este viernes tienen dos bajas por sanción: Pablo Vázquez y Damián Musto. ¿Cómo les afectan?
—Sí, y tenemos alguno más con alguna prueba. (Óscar) Ureña se hizo daño. Es un momento de la temporada donde hay muchos jugadores tocados porque son muchos partidos. Son bajas muy importantes porque son jugadores con muchos minutos y que están haciendo un gran temporada, pero tenemos una plantilla amplia.
—Han perdido siete partidos en casa. ¿Compiten mejor fuera?
—Sí, cada temporada es un mundo. La temporada pasada se decía que el Cartagena era muy fuerte en casa y ahora lo contrario. Hemos sacado partidos adelante en casa, pero nos ha costado con rivales que están en la zona baja en casa. Nos está costando sacar ese tipo de partidos.
—¿Está disponible para el viernes?
—Sí, sí, llevo dos semanas entrenando. Ahora estoy bien, cogiendo dinámica de equipo y poniéndome al tono de mis compañeros. Quiero disfrutar.
—¿Qué opina de la situación actual del Lugo?
—Soy seguidor del Lugo porque soy gallego y porque jugué en el Lugo. Sé de la situación, que es complicada. Cada vez quedan menos jornadas. Hay bastantes puntos de diferencia. El problema es que ahora todos los equipos se juegan algo y los jugadores, el contrato del año que viene. Son un equipo que nunca se rinde y ya ha estado en estas situaciones, aunque no tan complicadas. Si alguien lo puede sacar es el Lugo por lo que vimos temporadas pasadas.
—¿Qué recuerda de sus dos temporadas en Lugo, con dos permanencias holgadas y siendo titular muy habitual?
—Fueron años progresivos. Me sirvieron después para enfocar los años de Huesca a un gran nivel. Venía de hacer un gran fútbol. En Lugo no estuve todo lo bien que me gustaría a mí. Me gustaría que en Lugo hubiesen visto mis mejores temporadas, pero no fue así. Con Quique (Setién) hacíamos un fútbol espectacular en casa. En las primeras vueltas incluso estábamos entre los cuatro o cinco primeros. Disfruté de ese fútbol y lo apliqué en los años siguientes.
—En Huesca asciende dos veces a Primera, juega en Primera dos temporadas y es uno de los jugadores más relevantes, sin duda, de su historia, seguramente junto a Jorge Pulido. ¿Cómo valora esos seis años?
—Sí, ahí encontré la felicidad futbolística, como digo yo. Era mi casa. Me sentí muy valorado desde el minuto uno, que es algo importantísimo para un futbolista. El primer año ya hicimos historia jugando play off de ascenso. Después, fue increíble porque ya fue todo rodado con un ascenso, una temporada en Primera, otro ascenso, otra temporada en Primera. Descendimos, pero disfruté mucho dos temporadas en Primera, pero siempre estuvimos a pocos partidos de mantener el equipo en Primera. Lo recordaré siempre como mi casa futbolística. Muy contento. La afición disfrutó mucho. Huesca tendrá más del doble o triple de abonados que cuando llegué. Eso me enorgullece. Me quedo con el primer ascenso porque nunca lo había vivido y fue lo más bonito que puede tener un futbolista.
—¿Su juego se adaptó mejor a Primera que a Segunda?
Sí, bastante más. Soy un jugador bastante combinativo, hay un poquito más de espacios. Si te defiendes bien con balón puedes generar. Me encontré muy bien, muy cómodo las dos temporadas.
—Y fue cada vez más importante a balón parado.
Sí, tuve entrenadores que les gustaba mi golpeo, era el encargado del balón parado y eso te da confianza. Los futbolistas tenemos que tener confianza, que los entrenadores confíen en nosotros. Además, jugué muchos partidos para poder rendir a gran nivel.
«Pelayo es una gran persona, nos está viendo y está orgulloso de nosotros»
—¿Cómo vivió la retirada de Carlos Pita y Fernando Seoane como futbolistas, así como la dimisión de Pita como director deportivo?
—Sigo manteniendo contacto con ellos. Hablo de vez en cuando por whatsapp. Siempre he dicho que mientras estuviesen Pita, Seo y Manu el Lugo estaría en buenas manos. Pita se ha ido no sé por qué problemas. No he querido meterme mucho en eso. Pita lo ha dado todo y lo dará todo siempre por el Lugo. De eso no tengo ninguna duda. Seguro que el más fastidiado es él. Pita volverá a alguna dirección deportiva de algún club y lo dio todo por el Lugo. Eso lo tengo seguro.
—Fue compañero de Pelayo Novo, ex compañero suyo en el Lugo y desgraciadamente fallecido recientemente. ¿Qué tristeza sintió y qué recuerda de él?
—Cuando lees la noticia en prensa no te lo crees porque es imposible que le pase esto a Pelayo porque era un chico fantástico, tenía un corazón grandísimo, yo creo que nadie en el mundo del fútbol que lo conozca personalmente a él o a la familia puede hablar mal de él. Era un chico con un corazón enorme, nunca una mala palabra y la verdad es que fue un dolor inmenso. Lo pasas mal. Lo asimilas al cabo de varios días y te das cuenta que la vida es dura. Pelayo es una gran persona, seguro que nos está viendo y está orgulloso de todos nosotros.