El partido ante el Alavés será el primero que dispute como colista de la categoría desde abril de 1993
10 mar 2023 . Actualizado a las 18:33 h.El Lugo es colista de Segunda División 30 años después. Es la primera vez a lo largo esta larga estancia de once temporadas consecutivas en la categoría que se encuentra a la cola. Hay que retroceder hasta la campaña 1992/1993, la del debut, para ver al club albivermello cerrando la clasificación. En aquel lejano curso, en el que nunca se situó más allá de la decimocuarta plaza y acabó descendiendo, ocupó el último lugar entre las jornadas 18 y 25 y desde la 27 a la 29, cuando cosechó un empate en casa ante el Compos (1-1) que lo rescató del farolillo rojo.
Así, el encuentro de este sábado en Vitoria ante el Alavés será el primero que encare el cuadro rojiblanco como colista de Segunda desde el 10 de abril de 1993 (18.30 horas, Mendizorroza. LaLiga SmartBank TV). Otra novedad que añadir a su actualidad, además del estreno de su cuarto entrenador de la temporada, Íñigo Vélez, y de la reaparición en la convocatoria de Juanpe Jiménez, el mediocentro jerezano lesionado de gravedad en el tobillo a principios de diciembre en la visita del Sporting. Señé y Joselu Moreno, por lo tanto, son las únicas ausencias por lesión en el equipo lucense, que se aferra al método de Íñigo Vélez para recortar una desventaja de 12 puntos en el mismo número de jornadas. «La situación emocional es fundamental en estas vivencias. Hay que normalizar la situación, ya que pueden venir situaciones que no nos favorezcan, pero mi idea es limpiar todo ese tipo de cosas y empezar de cero, por así decirlo. Creo que es el motivo de que viniéramos: quitar lo malo, que no todo ha sido malo, para empezar de cero», señaló en la víspera de su debut el flamante preparador albivermello.
Vélez inicia esta nueva etapa en su casa y ante un Alavés que conoce bien. «Lo he visto mucho este año en directo. Empezó muy bien, luego tuvo un bache y sigue muy bien, ahí arriba. Es una plantilla muy compensada, con diferentes posibilidades de sistema y de juego. Va a ser un partido muy complicado, ya que vienen de una derrota y querrán ganar ante su afición», avisó. Y añadió: «Más que el rival, tenemos que empezar por nosotros, por sentirnos mejor, más cómodos, que en las últimas semanas».
En el Alavés, que sigue teniendo a tiro los puestos de ascenso directo a pesar de no haber sumado más que un punto en las dos últimas jornadas, Luis García Plaza recupera a Abdel Abqar, tras cumplir sanción, y lamenta la baja por lesión de Nikola Maras. «Nos quedan 12 finales y tenemos que jugarlas al mismo ritmo y quiero que el equipo domine y sea profundo», exigió el preparador alavesista, que espera un Lugo con los ánimos renovados con la incorporación de Íñigo Vélez. «Van a reactivarse, después les dará o no les dará, pero para ellos es un partido a vida o muerte (...) El estilo de Vélez les puede encajar por su manera de ver el fútbol, de afrontar los partidos y por lo que hizo en el Amorebieta», afirmó.