El Club Deportivo Lugo completó en Albacete unos primeros 35 minutos con orden, jugando con balón y sin balón en campo contrario, ganando duelos y generando alguna llegada peligrosa. Desde entonces, muy superior el Albacete sometiendo a los lucenses, salvo en los escasos minutos entre el 1-0 y el 2-0 en los que que el Lugo se estiró. Los primeros 35 minutos son el camino, pero ya existe el peligro claro y evidente de descolgarse en la clasificación.
Fran Justo optó por un esquema de tres centrales con Miguel Loureiro como central derecho, posición que ya conoce, Ángel Baena como carrilero derecho y el debutante Javier Avilés jugando más alto como extremo derecho. Avilés aportó una primera mitad muy esperanzadora con desborde, centros sobresalientes y siendo el lanzador del balón parado en su primer partido con el equipo. Baena continúa su evolución desde el partido de Miranda, aunque sufre en el 1-0 por no conocer plenamente los registros defensivos. Rubén Albés, primer entrenador del Albacete y ex CD Lugo, reconoció que Justo le había sorprendido con el plan táctico de partido.
Andrés Castrín jugó su primer partido como titular con el Club Deportivo Lugo en Segunda División, su segundo en la categoría, ambos consecutivos. Ya había jugado como titular los dos encuentros de Copa la temporada pasada con Rubén Albés como primer entrenador. Partidazo del central lucense, que cumple su décima campaña en el club. Castrín fue valiente yendo a los duelos, ganando las disputas aéreas, jugando sencillo y clarividencia con balón, así como varias acciones al corte absolutamente providenciales, especialmente dos en la primera mitad. Hoy día merece la titularidad en la final contra el Ibiza del próximo domingo. Y continuidad, que es la clave para poder rendir con asiduidad.
Al Lugo le sigue faltando defenderse con balón, pausa con la pelota en su poder y una circulación fluida. Sigue cometiendo errores individuales, como el de Álex Pérez en el 1-0 jugando muy hundido, al igual que en el gol de Leganés y en los dos tantos en Miranda. Además, Jaume Cuéllar pierde el balón que desencadena el 1-0 y Zé Ricardo en el 2-0 siendo el antepenúltimo hombre, jugada en la que flojean las vigilancias en un gol en contra en el minuto 75 con un posicionamiento colectivo que parecía más propio del minuto 95. Mientras tanto, Orest Lebedenko debutó con el Dépor con una actuación notable, especialmente en fase defensiva, a priori no su principal virtud aunque siendo superior al citado Zé Ricardo, ante un extremo potente y talentoso como Jonathan Biabiany.