Miguel García: «El Lugo mejora con Fran Justo, pero el tiempo es su gran problema»

CDLUGO

Manuel Guede

El exjugador albivermello entre 1988 y 1995 vería con buenos ojos la venta de Chris Ramos ahora para comprar talento ofensivo y defensivo

09 ene 2023 . Actualizado a las 19:51 h.

Nació en Oviedo y creció en la cantera del Sporting. Llegó al Club Deportivo Lugo en 1988 y en la ciudad amuralla se acomodó y encontró un futuro. Desde que colgó las botas en 1995, Miguel García (1964) rara vez se pierde un partido del conjunto albivermello en el Ángel Carro.

—¿Cómo calificaría la trayectoria y la situación del Lugo?

—Delicada, muy delicada. Últimamente nos hemos acostumbrado a buscar equipos con los que luchar por la permanencia. El año pasado, Alcorcón, Amorebieta, Fuenlabrada y alguno más se descolgaron muy rápido, pero esta temporada, salvo el Ibiza, no encuentras rivales que vayan a hundirse muy pronto. Y eso es un problema. Además, cuando te ves tan abajo te crees peor de lo que realmente eres.

—¿Qué es más preocupante, la situación o las sensaciones?

—Las sensaciones vienen propiciadas por la situación. Lo que se valora en un equipo es el ataque y la defensa, y la finalidad es hacer casi perfecta una de las dos cosas. Eso es lo que está buscando el Lugo, crear una estructura potente a nivel defensivo y crecer desde ahí. En estas últimas jornadas el equipo no sufre tanto atrás, a Óscar [Whalley] no se le ve tanto. ¿Qué pasa con esto? No es que te olvides de atacar, sino que inviertes casi toda tu energía en ello, hay muchos futbolistas por detrás del balón y los ataques cuestan más porque son muy largos. Cuando ese entramado ofensivo se vaya puliendo resultará más fácil crear peligro arriba.

—Pero ese es un proceso largo y el tiempo apremia.

—Con Fran Justo el Lugo mejoró defensivamente, el equipo está más cohesionado, más ordenado, y ahora lo que necesita es que determinados futbolistas no tengan que participar tanto en el aspecto defensivo. Su gran problema es el tiempo.

—¿La solución es fichar?

—Si puedes incorporar talento ofensivo y defensivo, claro que es una buena solución porque adelantas tiempos, aunque para eso tienes que disponer de un buen límite salarial, que creo no es el caso del Lugo.

—¿Mejora mucho el equipo con Pantic y Joselu?

—Creo que sí, son buenos jugadores, vamos a ver si lo suficiente.

—¿Qué otras posiciones convendría reforzar?

—Las bandas. Hay futbolistas que no soportan bien la presión, les está costando y necesitan algún tipo de reemplazo.

—¿Traspasar ahora a Chris Ramos sería pegarse un tiro en el pie?

—No me lo parecería si con eso consigues traer talento defensivo y ofensivo que acorte los tiempos.

—¿Qué otros jugadores le parecen imprescindibles?

—Óscar Whalley, sin duda alguna, Zé Ricardo está a un nivel muy bueno, lo mismo que Alberto, Xavi [Torres] es un jugador con experiencia... Ahora mismo se requieren futbolistas de temperamento, que provoquen al vestuario, que generen barullo. En la oficina es bueno un golpe sobre la mesa en un momento determinado.

—Mucha gente cree que el descenso sería el adiós para siempre al fútbol profesional. ¿Está de acuerdo?

—Cuando ascendió el Lugo en el 2012 nadie pensaba que estaría, como mínimo, 11 años seguidos en Segunda. ¿Quién sabe cuál será su futuro? Ha habido clubes de las características del Lugo que bajaron a Segunda B y volvieron muy pronto a Segunda. Lo que todos debemos hacer, cada uno en su faceta, es sumar para que el equipo se mantenga.

—Vayamos con los pronósticos. ¿Qué equipos subirán directamente a Primera?

—Éibar y Alavés.

—¿Y cuál es su apuesta para la fase de ascenso?

—Granada, Las Palmas, Levante y, dejándome llevar por el corazón (risas), el Sporting

—¿Y para el descenso?

—Aquí también me dejaré llevar por el corazón. Apuesto por el Ibiza, el Racing de Santander, el Villarreal B y el Zaragoza.

«Eliseo Corral me propuso dos veces entrenar al primer equipo»

Miguel García disputó 243 partidos en Segunda y Segunda B con el Lugo y marcó 8 goles.

—No todo el mundo sabe que antes de ser albivermello jugó en el Bergantiños.

—Así es, en la temporada 87-88 y cedido por el Sporting. Fue un año muy bueno. El Bergantiños acababa de ascender a Segunda B y yo era el primer fichaje «extranjero». Recuerdo que llegué a Carballo el 25 de agosto del 87, iba mi padre conmigo, aparqué el coche, me dirigí a un policía municipal y le digo: ‘oiga, por favor, ¿dónde esta...?'. Y me dice: ‘¿tú eres Miguel?, sígueme'.

—Llegó al Lugo al curso siguiente y permaneció siete temporadas. ¿Pagaban bien, estaba muy a gusto o las dos cosas?

—Firmé un primer contrato por dos campañas y cada vez me encontraba más a gusto. Tuve un par de oportunidades para salir fuera, pero decidí quedarme y aquí sigo.

—Aquel equipo que ascendió a Segunda en 1992 contaba con grandes futbolistas. ¿Cuántos de ellos podrían jugar hoy en el fútbol profesional?

—No se puede comparar aquel fútbol con el de ahora. ¿Quién es mejor, Pele, Maradona, Messi...? Cada uno en su momento. Aquel Lugo era muy cohesionado, muy homogéneo y no había egos ni una figura que destacara sobre el resto.

—Estuvo a las órdenes de Julio Díaz, Félix Carnero, Fernando Vázquez, Rodríguez Vaz...

—A mí el que más me marcó fue Julio Díaz.

—En el Lugo dirigió a la cantera y se pensaba que acabaría en el primer equipo.

—Cuando Eliseo Corral era presidente me propuso dos veces, en temporadas distintas, entrenador al primer equipo.

—¿Por qué lo rechazó?

—Por cuestiones laborales. El cargo no era compatible con mi trabajo.

—¿Volveremos a verlo algún día en los banquillos?

—Me gusta entrenar, pero es verdad que cuanto más te alejas de los banquillos más pereza te da volver a ellos.