El Lugo pone alas a otro jugador del filial: Ces Cotos

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Criado en la cantera del Dépor, el tercer futbolista del Polvorín en debutar con el primer equipo maduró en el Paiosaco y el Ourense CF y jugó en la Segunda División griega

25 oct 2022 . Actualizado a las 20:25 h.

Los jóvenes talentos gallegos empiezan a ver al Club Deportivo Lugo como un buen trampolín hacia el fútbol profesional. César Cotos (Barquisimeto-Venezuela, 2000) ha sido el último beneficiado por esa decidida apuesta por la cantera que hizo el conjunto albivermello para su undécima campaña consecutiva en Segunda División, dejando sitio en la primera plantilla para que los futbolistas más aventajados de las categorías inferiores puedan ver recompensada su progresión. Tras Idrissa Thiam y Jesús Fernández, Cotos fue el siguiente jugador del filial en debutar en la categoría de plata este curso. «30 minutazos», destaca, le ofreció Hernán Pérez en el encuentro frente al Burgos, tiempo suficiente para demostrar que tiene cualidades para seguir gozando de oportunidades y ser uno de los pilares del Lugo del futuro.

Varios días después de su bautismo en Segunda, el futbolista, de 22 años, aún trataba de ordenar las sensaciones acumuladas. «Es un sueño hecho realidad, todavía no soy consciente. Es un orgullo y una satisfacción enorme porque supone la recompensa a muchos años de trabajo. Hay mucho sacrificio detrás, trabajo constante, buena alimentación, descanso...», indicó emocionado, reconociendo a continuación que albergaba muchas esperanzas de saltar al campo a pesar de que en las dos convocatorias anteriores no había tenido ocasión. «Estar en el banquillo ya es un premio, pero es verdad que tenía ganas de debutar por fin. Hernán me dio ánimos y me dijo que hiciese los mismo que en los entrenamientos», contó.

«No contaba con esta oportunidad tan pronto, pero sigo con los pies en el suelo»

La promesa albivermella nació en Barquisimeto, la quinta ciudad más poblada de Venezuela con más de un millón de habitantes, pero se instaló en A Coruña junto a sus padres cuando aún era un bebé. «Mi abuela es ourensana y yo me considero gallego», cuenta. Apasionado del fútbol desde niño, desarrolló toda su etapa de formación en la cantera del Deportivo, donde permaneció desde los 9 hasta los 19 años. «Allí crecí y aprendí muchísimas cosas, aunque el final no fue el deseado. Esperaba que me dieran más confianza», lamenta.

En contra de la opinión de parte de su entorno, fichó por el Paiosaco para jugar en Tercera División y posteriormente se enroló en las filas del Ourense CF, donde permaneció una temporada y media. De esa etapa en el fútbol modesto guarda buenos recuerdos porque «me sirvió para madurar y espabilar», asegura. Pero el estirón definitivo lo daría con su aventura en el extranjero. Siendo jugador ourensanista, en el mercado de invierno de la pasada temporada emigró a Grecia para jugar en el Olimpiakós Volou, de Segunda. «Crecí muchísimo en esos pocos meses allí porque estaba solo y me centraba al 100 % en el fútbol», cuenta.

Su siguiente paso fue el Polvorín, el pasado verano «y a última hora», y el último, su debut con el primer equipo del Lugo, que se produce antes de lo imaginado. «Cuando fiché era mi objetivo, claro, si bien no contaba con esta oportunidad tan pronto. De todos modos, sigo con los pies en el suelo porque todavía no he conseguido nada. En el fútbol todo cambia de un día para otro, pero lo que nunca voy a hacer es bajar la cabeza», sentencia.