El Lugo apostará por la vieja guardia en el fin de fiesta y el adiós a los capitanes

I.M.B.

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

Rubén Albés, que también se despide ante el Málaga, considera a Pita, Seoane e Iriome como «los jugadores más importantes de la historia del club»

27 may 2022 . Actualizado a las 18:27 h.

El Club Deportivo Lugo pone el broche a su plácida temporada en Segunda División con un partido irrelevante en su estadio. Este sábado (18.15 horas. Movistar LaLiga) solo hay orgullo en juego ante el Málaga, pero la expectación en la capital amurallada se ha multiplicado en la última semana por la carga emocional de un encuentro que será el último con la camiseta albivermella de tres jugadores que son leyendas en el Ángel Carro. Carlos Pita, Fernando Seoane e Iriome González, los jefes del vestuario en los últimos tiempos, dicen adiós a la afición frente al conjunto malacitano, si bien el primero, que cumple su duodécima campaña consecutiva en el equipo, continuará vinculado al club con un cargo que podría ser el de adjunto a la Dirección Deportiva.

Salvo que Rubén Albés cambie de planes en el último momento, los tres serán titulares ante un Málaga que hasta la pasada jornada corrió el riesgo de precipitarse a Primera RFEF. También entrarán en la alineación otros miembros de la vieja guardia como Roberto Canella y Eduard Campabadal que terminan contrato el próximo 30 de junio y no tienen garantizada su continuidad. Desde el palco dirán a adiós a los capitanes el sancionado Xavi Torres, que fue expulsado hace una semana en La Romareda, y los lesionados Manu Barreiro, Juan Antonio Ros, Joselu Moreno, David Mayoral y Álex Pérez.

Después del bochorno vivido ante el Burgos (0-1) en la jornada anterior, el Málaga está obligado a terminar con una mejor imagen y, si puede ser, con una victoria que calme los ánimos de una afición crispada. No estarán en Lugo por problemas físicos Luis Muñoz, Javi Jiménez, Juande, Adrián López, Hicham Boussufiane ni Jozabed Sánchez, aunque Pablo Guede recupera al delantero Brandon Thomas tras cumplir un partido de sanción.

El partido ante el Málaga también será el último con el Lugo de Rubén Albés, el técnico que hizo el posible el milagro en el tramo final del curso pasado y que llevó al equipo por la senda adecuada en el actual campeonato. El entrenador vigués volvió a insistir en la sala de prensa que nada a tenido que ver el club en su decisión de rechazar la renovación. «Odio el confort. Afrontar retos nuevos y problemáticas diferentes creo que te hace crecer como entrenador», señaló.

El todavía preparador albivermello dejará el cargo «feliz», con la sensación del deber cumplido, y con cierta «morriña». «Construimos un modelo en relación al Lugo y los jugadores del Lugo. Eso no es sencillo y me hace estar feliz. Conseguimos dos permanencias, la primera cerca de milagrosa y la segunda con la tranquilidad de hacer las cosas bien», afirmó. Y añadió: «Esta temporada ha sido en muchos momentos para disfrutarla. Por el vestuario, por la facilidad para trabajar con la dirección deportiva, el presidente y secretaría técnica, que en todo momento nos han hecho sentir valorados y queridos».

Al partido ante el Málaga apenas se refirió. Lo relegó a un segundo plano: «Mañana no importa el resultado, ni el juego, ni el entrenador... Será un día para disfrutar y agradecer a los capitanes todo lo que han hecho por este club. Es difícil encontrar unos capitanes de su nivel humano —añadió—, que dejen el ego a un lado y que son ejemplo de muchas cosas. Para mí son los jugadores más importantes de la historia del club hasta la fecha».

Considera Albés que su mejor momento en el banquillo del Lugo fue la victoria en Vallecas y el peor, el partido de la pasada campaña en casa ante el Zaragoza y el reciente ante el Fuenlabrada en el Ángel Carro.