El Club Deportivo Lugo, a falta de cinco jornadas, está a cuatro puntos de certificar matemáticamente la permanencia por undécima temporada consecutiva en Segunda. Necesita cuatro y no tres porque, en el caso de triple empate con el Amorebieta y el Sanse, son los donostiarras los que ganarían esa miniliga particular sumando ocho puntos por seis los lucenses y uno los de Bizkaia. A menos ya de dos meses de cumplirse el décimo aniversario del ascenso a Segunda del 24 de junio de 2012. Los lucenses, cuando confirmen la salvación, serán el equipo con más temporadas consecutivas en Segunda superando al Alcorcón, que lleva doce.
Contra el Leganés, los lucenses apenas sufrieron, pese a la posesión del rival. Los leganenses tuvieron juego interior, pero sin apenas profundidad, salvo un disparo peligroso desde fuera del área de Xavier Quintillà que desvió un Óscar Whalley nuevamente decisivo. El Lugo volvió a completar un partido sólido a nivel defensivo, pero no estuvieron acertados en los centros laterales ni a balón parado.
El Lugo solo ha perdido esta temporada dos partidos de Liga en casa: contra el Valladolid en la jornada tres y frente a la Ponferradina en la jornada quince. Quedan tres encuentros por jugar como local: Tenerife, Fuenlabrada y Málaga. Hoy día, el actual Lugo es el equipo con menos derrotas como local en estas diez temporadas en Segunda. La mejor marca hasta la fecha son las tres derrotas en la liga 2014-2015 con Quique Setién como primer entrenador en la tercera campaña consecutiva en Segunda.
Actualmente, el Lugo es decimoquinto con 46 puntos. Buscará superar la novena posición de 2017 y los 56 puntos alcanzados en 2013. Son las dos mejores marcas del Lugo en su historia en Segunda.
El logro del filial
Hay que recordar de dónde se viene y el pasado reciente. En el 2006, el Club Deportivo Lugo se jugaba en Segovia un ascenso a Segunda B después de tres temporadas en Tercera División. Julen Fernández, actual portero del filial y tercer portero del primer equipo, celebró el ascenso a Segunda RFEF con una camiseta del Lugo de la Tercera 2003/2004. Lo celebró con significado, con sentimiento y con romanticismo. En 2006, el Lugo jugaba en Tercera y ahora su filial jugará en Segunda RFEF en la edición 2022/2023. Aquella Tercera era la cuarta categoría y ahora la Segunda RFEF es la cuarta categoría.
El filial albivermello fue creado en 2015. Comenzó en Primera Galicia. Ascendió a Preferente en 2016. Dos temporadas después subió a Tercera. Dos permanencias holgadas y llegando a semifinales en 2021 por el ascenso en la tercera temporada. Ahora, el ascenso en la cuarta campaña.
Siempre y cuando se mantenga el formato, el Lugo B jugará la próxima temporada contra el filial del Atlético de Madrid, que ya ascendió, así como ante el Guijuelo, un clásico reciente de la Segunda División B. Esta misma semana se juegan el ascenso directo los filiales del Sporting de Gijón y el Oviedo, así como el Lealtad de Villaviciosa como tercer competidor. También podría competir contra el filial del Valladolid, que está a seis puntos de la permanencia en Primera RFEF a falta de quince puntos en juego.
Un filial del Lugo que comenzó en el campo del Polvorín, que también jugó en O Ceao, en Pol (campo antiguo), en Friol, en A Cheda y en el estadio Ángel Carro. Ahora, en el nuevo césped de Pol durante la práctica totalidad de esta liga. Cabe recordar la presencia de cientos de aficionados en algunos partidos en O Ceao cuando el filial todavía competía en Preferente. Un filial donde jugadores como Marcos González, ahora en el Viveiro, fue capital siendo jugador del segundo equipo desde 2015 a 2021; o Asier Santalla, que se marchó el pasado verano al Somozas; el guardameta Javi Liz; Óscar Rivas; o un Dani Escriche que jugó numerosos partidos en la Preferente gallega antes de alcanzar la Primera División.