El Lugo sigue atascado a pesar de un nuevo cambio de entrenador

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

CDLUGO

Óscar Cela

Nada cambió ante el Fuenlabrada a pesar del reestreno de Luis César

09 mar 2021 . Actualizado a las 20:46 h.

En los últimos años, el banquillo del Club Deportivo Lugo se ha caracterizado por una circunstancia muy particular: la volatilidad. Sin duda, el puesto de entrenador de los franjirrojos ha sido el que menos estabilidad ha tenido de todo el fútbol profesional español desde que Tino Saqués adquirió la entidad. Sin embargo, parece vital especificar que, por norma general, los cambios le han venido bien al equipo. Sin ir más lejos, los dos últimos. Cuando Juanfran aterrizó en el Ángel Carro al final de la pasada temporada, el Lugo parecía abocado a un más que posible descenso a Segunda División B. La llegada del valenciano supuso una inyección de ánimo para los jugadores, que entraron en una dinámica magnífica y consiguieron salir del pozo a costa del Deportivo de la Coruña (doble premio, para muchos). Luego, con Nafti, el equipo volvió a recibir un lavado de cara y a coger una racha fantástica de resultados.

Ahora, a pesar de que no estaba en una situación tan crítica como en los dos cambios anteriores -ni muchísimo menos, ya que estaban seis puntos por encima del descenso-, la llegada de Luis César era vista desde la directiva como un nuevo impulso para una plantilla estancada. Tras un debut decepcionante, la sensación de los aficionados no parece ser esa. El Lugo de Nafti tenía como claves el repliegue, la presión, el juego directo y la búsqueda de la segunda jugada en ataque. El equipo no tenía problema en ceder la posesión a su rival. Confiaba en la verticalidad de sus extremos, especialmente Gerard Valentín y el panameño Puma Rodríguez, y así sacó la mayor parte de los puntos. Esa propuesta le dio mejores resultados al Lugo en el Ángel Carro que en sus desplazamientos, ya que no gana fuera de casa desde el mes de octubre, cuando superó al Logroñés (2-3).

Un cambio a medio gas

«Buscaré ganar. No hay vías buenas y malas, cada uno usa las herramientas como cree oportuno. Se verá lo que intento hacer. Quiero que mi equipo sea mejor que los rivales», señaló el actual preparador en su presentación, el miércoles de la semana pasada. Su idea es la de la combinación, llevar la iniciativa, tener la posesión, atacar con el balón, una propuesta más elaborada. «Ha sido un cambio súper drástico en la manera de jugar», indicó tras el partido con el Fuenlabrada uno de los jugadores del Lugo, Eduard Campabadal. El equipo tuvo más el balón con Luis César que con Nafti, pero las ocasiones más claras fueron del Fuenlabrada, que incluso pudo llevarse la victoria pese a jugar la última media hora con diez. «Nos faltó un poco de todo. A la hora de atacar, nos faltan cosas que mecanizar, situaciones que tenemos que transformar en nuestro ataque; en la fase defensiva, en la recuperación del balón dividido. Hay que contragolpear con más eficacia y escogiendo mejores caminos», dijo. El técnico apenas ha tenido tiempo para inculcar sus ideas, las que pretende desarrollar en su segunda etapa en el banquillo del Lugo. Actualmente, los lucenses tienen 34 puntos después de 28 partidos, con seis de margen respecto a las posiciones de descenso a Segunda B.

Por lo pronto, parece que el equipo busca todavía adaptarse al nuevo entrenador. La paciencia no es una de las virtudes de la directiva lucense, por lo que los resultados deben llegar lo antes posible si Luis César no quiere comenzar a oír el «run run» que anticipó la destitución de sus predecesores.