«Nuestros jugadores se formarán mejor en la División de Honor»

CDLUGO

Santi M. Amil

El técnico de los franjiverdes destaca la capacidad de trabajo de su equipo

19 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cándido Gómez Vázquez (Punxín, 1957) es el veterano entrenador del Pabellón CF. Vive el fútbol con pasión y se rejuvenece alrededor de sus compañeros en la estructura franjiverde, reciclando sus conocimientos siempre que puede. Pero nunca imaginó que un reto como el retorno del juvenil «A» del club a la División de Honor podría verse además aliñado por los inconvenientes acarreados por una pandemia mundial.

«Nos pasa a todos en cualquier orden de nuestra vida, porque nos hemos visto obligados a cambiar de hábitos. La pretemporada ha sido muy complicada, solía acabar cada sesión de entrenamiento con un juego y ahora ha sido imposible por lo de guardar las distancias. Ni siquiera tenemos ese momento para charlar en el vestuario, porque utilizamos tres distintos y los chavales no pueden ni tomarse un refresco juntos al terminar», resume Cándido, antes de alabar la mentalización y la responsabilidad de sus juveniles: «Están muy concienciados, porque se lo repetimos mucho, uno solo puede contagiar a todo el equipo y, aunque es verdad que pueden contraer el covid-19 en cualquier parte, también están cuidando sus hábitos y evitando fiestas o cualquier práctica de riesgo».

En el plano meramente competitivo, la evaluación de Gómez Vázquez es positiva, después de tres partidos saldados con un empate, una derrota y la reciente victoria sobre el Lugo: «Es importante ir pillándole el aire a la competición cuanto antes. Frente a un Ural que venía de hacer una temporada muy buena, igualamos y tuvimos opciones de ganar. Contra el Celta no entramos bien en el partido y, un equipo de ese potencial te penaliza en cuanto no estás a tope y nos hizo mucho daño el gol al inicio del segundo tiempo».

El entrenador se queda también con la reacción experimentada solo siete días más tarde, doblegando al equipo lucense: «Quizás el Lugo pensó que sería un paseo y cuando se dieron cuenta ya tenían tres goles encima. Tienen un gran equipo, pero esta vez estuvimos mejor». Y los puntos complacen a Cándido: «Es cierto que estamos aquí para formar jóvenes futbolistas, pero nuestros jugadores se formarán mejor en una categoría como la División de Honor».

Cinco futbolistas se entrenan lejos de sus compañeros

Desde hace años, la opción de mantener a un equipo ourensano en la máxima categoría de juveniles requiere un arduo trabajo y hasta encaje de bolillos en la confección de las plantillas, habida cuenta de los tentáculos de los equipos profesionales para captar a valores de muy corta edad.

Los estudios, que varios de los pabellonistas deben desarrollar lejos de la ciudad, también obligan a un compromiso extra de los chavales, hasta el punto de que cinco de los pabellonistas de este curso están matriculados fuera de Ourense, como recuerda el propio Cándido Gómez: «El capitán Osián está en Madrid y el portero Alberto estudia en Santiago. En A Coruña están Martínez, Ribao y Coello, por lo que es importante el compromiso de todos ellos. De hecho, físicamente no desentonan cuando juegan y hay que tener que este año es complicado pedirle a otro club que los admita en sus entrenamientos, por la situación que se vive con el virus. Son buenos ejemplos para el grupo, porque la verdad tampoco tenemos quejas con el resto y con su compromiso».