Nafti vence a López Garai en el duelo de técnicos revulsivo

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

CDLUGO

OSCAR CELA

El técnico del Albacete arrancó con 8 puntos de 12 posibles, pero se ha desinflado

15 nov 2020 . Actualizado a las 16:04 h.

El tunecino se ha impuesto también fuera del terreno de juego. En el duelo directo que le enfrentaba con el otro técnico «revulsivo» de la categoría, el entrenador del Lugo ha demostrado que su equipo se ha convertido en un rival temible, al que ni los grandes equipos ni los que llegan enrachados son capaces de doblegar. En este duelo de entrenadores que han sabido sacar del pozo a sus nuevos clubes, Nafti le ha ganado la partida a López Garai.

Cuando Nafti sustituyó a Juanfran como técnico de la primera plantilla del Lugo, el equipo llevaba tres puntos de quince posibles. Estaba hundido en la vigésima posición de la tabla y no encontraba la tecla para obtener resultados. Desde que el tunecino aterrizó en el Ángel Carro: 16 puntos de 21 posibles. Ha ganado cinco partidos, empatado uno -en el último minuto ante el Tenerife en el Heliodoro- y una derrota ante el líder superlativo, el Espanyol, fuera de casa. Aunque jugadores y cuerpo técnico piden ser pacientes, ya hay quien especula con que las aspiraciones del Lugo deberían mirar más hacia play off que hacia evitar el descenso. Nafti ha conseguido imprimirle carácter y compromiso a sus jugadores y, quizás lo más importante, competitividad. Hasta en la derrota ante el Espanyol se pudo apreciar que el Lugo es ahora un equipo al que sus rivales temen, y que no da facilidades ni un solo minuto de sus partidos.

El Albacete, por su parte, tuvo una evolución similar a la del Lugo. Cuando Rubén Alcaraz fue destituido, en la jornada siete, los manchegos llevaban solo cuatro puntos en seis encuentros. Fue entonces cuando Artiz López Garai tomó las riendas y le cambió la cara al equipo. En sus primeros cuatro partidos, no conoció la derrota. Dos victorias y dos empates ante Sabadell, Mallorca, Las Palmas y Rayo cambiaron la imagen del club y dieron una esperanza que los jugadores habían perdido. Sin embargo, las cosas parecen haberse torcido de nuevo. Dos derrotas consecutivas, ante Cartagena y, ahora, Lugo, frenan el ascenso de los albaceteños. En su momento, pese a que había conseguido que el conjunto blanco abandonase los puestos de descenso, volvió a insistir en que «salir de la situación en la que nos encontrábamos no es cosa de tres días» y tendrán, por tanto, que «confiar en que el trabajo dé sus frutos». Buscarán seguir por ese camino.