El Lugo más efectivo de cara a gol

CARLOS RODRÍGUEZ

CDLUGO

Iriome celebra su gol ante el Girona
Iriome celebra su gol ante el Girona Óscar Cela

Desde la llegada de Juanfran, el Lugo ha visto puerta en todos sus partidos. El porcentaje de acierto ofensivo se ha convertido en el mejor arma lucense

13 jul 2020 . Actualizado a las 22:01 h.

No está siendo el CD Lugo un equipo especialmente goleador en las últimas temporadas. Con 39 tantos, es el quinto conjunto menos prolífico de cara a puerta de toda la competición. La pasada campaña, sumó 43 goles, cifra que lo colocaba como tercer equipo menos anotador de toda la competición. En la 2017-2018, con Francisco en el banquillo, los 39 goles sumados lo colocaron como sexto peor equipo ofensivamente hablando. Las estadísticas de este año, a falta de dos encuentros para el fin de la competición, prolongan esta tendencia, reflejo de las dificultades que acarrea el Lugo para generar acciones de peligro.

La llegada de Juanfran al banquillo del Anxo Carro no ha supuesto grandes cambios con respecto a la producción de acciones ofensivas, sin embargo, la efectividad sí que se ha visto notablemente incrementada. El Lugo ha visto puerta en ocho ocasiones en los últimos cuatro partidos, habiendo efectuado tan solo diez tiros entre los tres palos en estos encuentros. El hecho de que cada disparo lucense que encuentra portería sea casi siempre sinónimo de gol, es una de las claves para que el equipo mantenga opciones de permanencia.

Poderío aéreo

Una de las claves para explicar el altísimo porcentaje de acierto de cara a puerta es la superioridad que los lucenses están mostrando en los duelos aéreos en campo rival. Cinco de los últimos ocho goles han sido consecuencia de acciones en las que los gallegos se impusieron por arriba.

Ante el Numancia, la mano que origina penalti se produce después de que Barreiro se imponga por arriba a la defensa soriana; y el segundo tanto, es fruto de un certero cabezazo de Djaló. Ante el Alcorcón, el gol definitivo del equipo lucense se produce después de que Manu Barreiro gane en su duelo a los centrales alfareros tras un gran centro de Peybernes, y la pelota quede muerta para el remate de El Hacen. Frente el Girona, el primer gol vuelve a llegar después de conseguir rematar un balón parado; y el segundo, gracias a que Marcelo Djaló se adelanta a su marcador para ceder de cabeza a Cristian Herrera, que con un zurdazo consigue batir a Asier Riesgo.

Solidez defensiva

Otra de las explicaciones a la buena racha lucense es el gran nivel defensivo demostrado en las últimas fechas. El partido ante el Girona, que solo pudo amenazar al Lugo con acciones a balón parado, es el mejor ejemplo. El orden defensivo de la zaga y el medio del campo rojiblanco, apoyado en la presión que ejercieron Rama y Herrera en la salida de balón rival, minaron las opciones catalanas de generar peligro por dentro. Obligados a llevar el balón hasta la banda, allí se encontraban a Iriome y Rahmani echando una mano a los laterales para levantar un muro prácticamente infranqueable.

El entramado defensivo lucense, que contaba, en último término, con Cantero y la pareja de centrales, desbarataba cualquier intento de Stuani en las pocas ocasiones en las que el uruguayo pudo entrar en juego. De hecho, los tantos del Girona vinieron en acciones de balón parado. El primero, de penalti provocado en una acción a balón a parado, y el segundo, de tiro libre directo.