Segunda A El equipo mantuvo ante el Valladolid la portería a cero después de 10 jornadas
28 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El abrazo en el que se fundieron el portero Juan Carlos y los defensas Josete, Leuko, Bernardo y Carlos Pita al final del partido del pasado sábado ante el Valladolid reflejaba el sufrimiento del equipo para contener las embestidas de los pucelanos que dispusieron de superioridad numérica, pero también la rabia contenida de muchos partidos en los que el Lugo no logró mantener la portería cero.
Los rojiblancos no habían conseguido mantener intacto su marco desde el 13 de enero cuando fueron capaces de vencer en el campo del Reus por un tanto a cero. Los siguientes nueve partidos en los que se enfrentaron con Sporting de Gijón, Cádiz, Albacete, Zaragoza, Barcelona B, Tenerife, Granada, Córdoba y Alcorcón siempre encajaron algún gol.
El bagaje de esos nueve encuentros fue de 13 goles encajados y 11 a favor, lo que se tradujo en 11 puntos sobre 27 posibles. El resultado más abultado que sufrieron fue un tres a uno en Tenerife. El resto de equipos no lograron hacerles a los rojiblancos más de dos goles en partidos bastante equilibrados.
La solidez defensiva se había convertido esta temporada en el principal punto fuerte del Lugo y la base en la que se sustenta el buen rendimiento que está mostrando en la competición.
El técnico rojiblanco, Francisco Rodríguez destacaba al final del partido del pasado domingo la importancia de no encajar goles. «Es especialmente importante, sobre todo por el hecho de tener que presentar alineaciones diferentes en defensa. «La capacidad de sufrimiento del equipo es fantástica. Hay que reconocérselo así y agradecérselo. En esta categoría es todos dependemos de ser fuertes mentalmente cuando hay dificultades y el equipo hoy, ante un rival que en el juego de posición es bueno y que con un jugador más nos ha creado situaciones de peligro, hemos defendido bien».
Un aspecto que tienen claro tanto los jugadores como el cuerpo técnico es la importancia de ser sólidos en defensa en un equipo al que le cuesta hacer goles, así lo manifiestan sin dudarlo jugadores importantes como Carlos Pita o el propio técnico.
Destacó Juan Carlos
Un dato curioso es que el equipo no había conseguido dejar su meta a cero en nueve partidos cuando en la mayoría de ellos el jugador más destacado, como lo prueba el hecho de ser elegido por prensa y aficionados el futbolista del mes, fue el portero Juan Carlos.
El hecho de acumular tantos partidos consecutivos encajando goles había provocado que las críticas se centraran esencialmente en el rendimiento de la línea defensiva. Lo positivo es que las dudas sobre el rendimiento de la retaguardia nunca se produjeron ni en el cuerpo técnico ni en la plantilla. El motivo es que desde la pretemporada el planteamiento táctico del equipo fue diseñado para presionar desde la salida del balón del contrario y por lo tanto la filosofía que inculcó Francisco a sus hombres es que todos atacan y todos defienden.
Otro problema añadido y que explica de manera meridiana alguno de los desajustes defensivos que se produjeron de manera puntual en las últimas jornadas es que el equipo sufrió numerosos cambios de jugadores en esta línea debido esencialmente a sanciones, pero también a lesiones.
El partido ante el Valladolid en el que Juan Carlos no tuvo que girarse para coger ningún balón de dentro de la red tuvo por tanto lecturas muy positivas. La primera es que los del Ángel Carro dominaron por completo a uno de los grandes de la liga mientras se mantuvieron con once futbolistas sobre el terreno de juego. La segunda es que lograron mantener la portería impoluta por primera vez en las últimas diez jornadas. La tercera, y no menos importante, fue la solidez defensiva de la que hicieron gala durante más de media hora cuando se quedaron con un jugador menos y apenas concedieron ocasiones al rival, en una demostración de solidez y del carácter solidario del equipo.