Lugo no quiere coches de reparto en el casco histórico y pondrá lectores de matrículas

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

CDLUGO

SUSO VARELA

Los conductores tendrán una APP para saber donde hay plazas libres para poder dejar el coche a la primera

14 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Así será el Lugo del futuro: lectores de matrículas de coches en las entradas al casco histórico, una aplicación para informar a los conductores de las plazas que tienen libres y límites rigurosos para los repartidores. En el gobierno local dicen que se va acabar eso de ver completamente llena de vehículos la Praza de Armanyá a las doce de la mañana. Los trabajadores del reparto, que ya madrugan bastante, tendrán que hacerlo más para que, a primeras horas de la mañana, el centro esté limpio de vehículos.

Lara Méndez, la alcaldesa, avanzó ayer las líneas maestras de lo que será el nuevo sistema de movilidad y acceso al casco histórico. Lo hizo al presentar las líneas básicas de lo que será el presupuesto del año que viene. Este concepto tiene consignados unos 300.000 euros, a mayores de otra partida para la aplicación de los aparcamientos que está incluida dentro del programa Smart City. La alcaldesa asegura que su plan sigue siendo apostar por una ciudad más dinámica y sostenible, un casco histórico con cero coches, frenar el uso del vehículo privado, peatonalización completa y puesta en valor del patrimonio.

Lectores de matrículas

Los actuales bolardos, que suben y bajan cuando un residente o algún vehículo autorizado entra y sale del casco histórico, parecen tener los días contados. Son del año 91 y les llegó el momento de la jubilación, según dice la alcaldesa. Serán sustituidos por cámaras lectoras de matrículas que permitirán el control de los que entran y salen. Quien pase sin permiso o autorización será sancionado.

Habrá también una modificación en los puntos de entrada y salida para permitir que los vehículos circulen con agilidad y permanezcan el menos tiempo posible dentro del recinto amurallado.

El gobierno local planea también establecer rigurosos turnos para realizar la carga y descarga. Los profesionales del sector, que habitualmente se encuentran con las plazas de carga y descarga ocupadas por turismos particulares, tendrán que adaptarse estrictamente a los horarios que se fijen y estos serán básicamente a primeras horas de la mañana y en algún momento de la tarde. Fuera de esos horarios restrictivos no podrán entrar coches de reparto al casco histórico. Aunque no fueron dados a conocer, todo apunta a que, a partir de las diez de la mañana, el centro tendrá que quedar completamente limpio de camiones de bebidas, furgones de reparto y otro tipo de vehículos que trasladen mercancías. Todo esto llegará a lo largo del año que viene, según los planes de la alcaldesa.