El Almería sumó ayer su primera victoria de la temporada a domicilio en el estadio Ángel Carro
06 mar 2017 . Actualizado a las 18:37 h.El Ángel Carro va camino de convertirse en un estadio chollo para los colistas de Segunda División. Si hace unas semanas el Nàstic sumó los tres puntos a las orillas del Miño cuando ostentaba el farolillo rojo, ayer fue el Almería el que ganó pese a llegar a la ciudad de la muralla como furgón de cola. Una sorpresa desagradable para un Lugo que ha perdido contundencia como local.
Un batacazo en cada mitad
Las cosas no pudieron empezar peor para el Lugo. Nada más arrancar el partido, el Almería realizó una aproximación que se convirtió en el tanto inaugural del choque. La escena se repitió, con matices, tras el descanso, cuando los andaluces embotellaron a un tibio conjunto rojiblanco y pescaron el segundo de la tarde.
Para un Almería que compareció como equipo en crisis en el Ángel Carro, esos dos zarpazos valieron su peso en oro. Finalmente, los andaluces sumaron su primera victoria del curso a domicilio (la segunda de las dos últimas campañas).
Tibieza en momentos clave
El Lugo careció de contundencia en momentos clave del encuentro, como los dos inicios de ambas mitades. Aparte de esas dos acciones, concedió poco más ante un adversario que, en un panorama tan benigno, prefirió plegarse y proteger espacios.
Dominio insultante de la posesión
Una vez más, se demostró que el hecho de dominar la posesión no garantiza resultados. El Lugo manejó el cuero a su antojo, pero no pudo doblegar a un Almería que llegó en crisis sangrante al Ángel Carro. Los andaluces prefirieron encogerse, pero no le hicieron ascos a la posibilidad de presionar a los mediocentros lucenses. Seoane cometió dos errores gravísimos en la salida del balón.
Mucho ruido y pocas nueces
El Lugo empujó, sobre todo al final, e hizo sufrir al Almería. No obstante, los rojiblancos solo lograron materializar uno de sus acercamientos.