Los lucenses comparten reconocimiento con el British, el Thyssen o el Rijksmuseum
09 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.¿Cómo se puede conseguir que un museo o un grupo de espacios culturales puedan ser «efectivos» en los tiempos convulsos que corren? La respuesta la ofrece Nodo Cultura, una red multidisciplinar de colaboración formada por profesionales con experiencia en el ámbito museístico y desarrollo cultural que desde México imparte doctrina sobre cuál es el papel que tienen que jugar los museos en este siglo XXI: «Nuestra intención es construir y ampliar las posibilidades del arte y patrimonio cultural como procesos de desarrollo, aprendizaje, colaboración y relación con el entorno».
En su último informe, emitido por la educadora en museos Patricia Torres Aguilar, analiza 11 ejemplos de proyectos creativos de todo el mundo, y en esta selección se encuentra la Rede Museística (Lugo, Narla, San Cibrao y Tor), en concreto su programa de actividades escolares, por el que los maestros y los niños acuden a los museos lucenses y aprenden sobre cuatro bloques temáticos, explica Torres.
El primero es El Museo como relator de historias, «que potencia la observación de los alumnos y el diálogo con respecto a los objetos expuestos en el museo desde una postura más crítica y personal». El segundo sería El Museo como retrovisor histórico, «que capacita a los alumnos para hacer una interpretación de los restos arqueológicos e históricos patrimonio de la región». El tercero es el programa Viaje por los museos de la Red, con una triple vertiente, «una especie de safari creativo en el que se arma un álbum de cromos de los animales visitados, otro aspecto propone un viaje por un cuadro descubriendo personajes, formas y figuras y otra opción es La Escuela de Doloriñas, que utiliza el título de una obra de la pintora Xulia Minguillón, donde se narra un cuento y luego se arma un rompecabezas». Y finalmente, el Viaje por el Lugo Romano y las rutas literarias, así como El viaje con los sentidos, «que plantea a sus visitantes alternativas de hacer su visita más dinámicas, participativas, reflexivas, divertidas, y en donde maestros y alumnos tienen un papel activo y diferentes a una visita tradicional y contemplativa.
Patricia Torres deja claro en el informe que existen museos en el mundo «que salen de su zona de confort para ver la multiplicidad de visitantes, intereses y necesidades, desarrollando soluciones creativas que motivan». Esta especialista propone once ejemplos, algunos entre museos de diversos países. Es llamativo que la Rede Museística de Lugo se pueda codear en este aspecto con el Rijksmuseum, el British Museum, el Nacional de México o el Thyssen, entre otros. En todos, se proponen actividades alternativas a las visitas convencionales, una mirada diferente sobre museos ya asentados e incluso centenarios. Y no se trata de programa puntuales, Torres deja claro que tiene en cuenta «las acciones durante un periodo determinado para consolidar su vocación como espacio que abre sus puertas para que los visitantes conozcan, aprendan y disfruten». En ello está Rede Museística de Lugo que dirige Encarna Lago.