La igualdad del fútbol cotidiano

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

Un gol ha marcado el devenir del Lugo en las últimas jornadas

04 jun 2014 . Actualizado a las 11:44 h.

El Lugo, la hinchada se encomienda a sus hombres. A los 22 irreductibles futbolistas que componen su plantilla. A los que deberán encontrar este sábado la tecla que culmine un trabajo que ya había merecido premio tiempo atrás. La igualdad imperante en la categoría lo ha impedido, por detalles. Lo cotidiano en Segunda es sufrir, pocos son los privilegiados que pueden llegar sin agobios al tramo final de la temporada.

Setién ha utilizado a 23 futbolistas este curso. 22 siguen, tras la marcha de Miguel Ángel Tena. De ellos saldrán los que escoja Setién para la final que supone el duelo contra el Mirandés. Para encontrar el camino hacia una victoria (vale puntuar, pero los apuros son malos consejeros). Los Dani Mallo, José Juan, De Coz, Víctor Díaz, Manu, Pavón, Víctor Marco, Jorge, David Prieto, Pita, Seoane, Rafa García, Pablo Álvarez, Iván Pérez, Iago Díaz, Álvaro Peña, Pablo Sánchez, Ernesto, Sergio Rodríguez, Jorge, Sandaza y Rennella.

Ellos, bajo la batuta del técnico, han superado a rivales históricos dejando una impronta futbolística propia, marca de la casa. Un sello que no ha servido en los últimos tiempos para sacar adelante los partidos, pero que se ha mantenido muy cercano al original. Al menos, en el Ángel Carro, pero también por momentos lejos de casa.

Por detalles

Ha competido en pie de igualdad el Lugo. Son muy pocas las ocasiones, en estas dos temporadas, en las que un rival les haya desarbolado hasta hacerlos sentir realmente inferiores. De la nada, surgía una respuesta, como en el derbi contra el Deportivo, que parecía perdido y estuvo a punto de quedarse en casa.

Esa competitividad también se se ha hecho patente, aun con ciertas intermitencias, en estas seis últimas jornadas en las que no ha conseguido sumar más que dos puntos. Uno más hubiera evitado las cábalas, y el Ángel Carro se transformaría el sábado en una fiesta de celebración desde el pitido inicial. Ahora, hay que esperar hasta el desenlace.

Los detalles han sido los que han motivado que se desvaneciera un alto porcentaje de la tranquilidad que se habían ganado. Tanto, que un solo gol, en todas las ocasiones salvo en Gijón, ha marcado la diferencia de la derrota. Por uno se cayó contra Alcorcón, Alavés y Eibar.

Una cifra que refrenda una vez más la dificultad de la empresa y sitúa la diferencia entre éxito y el fracaso. De un Lugo que tiene en el gol su principal caballo de batalla. En el que sus máximos realizadores, por este orden, Rennella (13), Pablo Sánchez (5) y Fran Sandaza (5), hace tiempo que no incrementan su cuenta.

Rendidos a sus héroes

El Lugo, la afición, se debe a sus héroes. Sus jugadores, los 22 de la plantilla. Los mismos que les hicieron soñar, capaces de tejer fútbol de alta escuela, llegados de procedencias diversas para encontrar en el Ángel Carro el lugar adecuado para darle rienda suelta a sus capacidades, desatar un juego alabado y envidiado a partes iguales. Todos, desde el que más ha minutos ha tenido, el capitán Manu, hasta el que menos suma, Ernesto, han dejado su impronta en algún momento. Una chispa, un relámpago, un detalle. Un partido completo. A ellos se rendirán una vez más este sábado.