Camino trazado desde la zaga

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

El Lugo vistió de gala su trabajo defensivo ante el Recre, segundo máximo realizador del campeonato, que apenas gozó de ocasiones

24 mar 2014 . Actualizado a las 17:38 h.

El Lugo recuperó anteayer, frente al Recre, el fútbol vistoso que ha sido su seña de identidad desde que Quique Setién se hiciese cargo del equipo. Monopolizó el balón ante un rival con querencia por la posesión. Y lo mejor, con un gran trabajo defensivo que minimizó las opciones defensivas de una escuadra que es la segunda máxima realizadora del campeonato. En Lugo, los onubenses casi ni tiraron a portería.

Posesión

Control total de la pelota. Siempre lo dice Quique Setién: la mejor manera de defender es tener la posesión. Un axioma convertido en seña de identidad del Lugo. Ante el Recreativo, se empleó a fondo en hacerse con el control total de la pelota. Y lo consiguió de principio a fin. Los dos mediocentros de los andaluces nada pudieron hacer ante el poderío de sus homólogos rojiblancos, con un Pita imperial en la distribución. Además, y con respecto a los últimos partidos, en los que el toque se concentraba demasiado hacia atrás, esta vez, gracias sobre todo a la ganancia en velocidad de circulación, se volcó hacia arriba. «El míster hablaba de recuperar las buenas sensaciones, que no las habíamos tenido en los últimos partidos. Esta semana trabajamos sobre todo eso, tener el balón. Y se ha visto que así es como el Lugo gana», resaltaba Víctor Díaz.

Presión

Ayudas rápidas y continuas para recuperar. Si en el centro del campo Carlos Pita marcaba el compás del juego, su compañero Fernando Seoane hizo lo propio en el trabajo defensivo. Sus continuas ayudas, el acercarse a presionar a la pareja de mediocentros rivales, ejemplifican el trabajo de contención del Lugo en cuanto se le escapaba la posesión. Lo que, afortunadamente, no pasó en demasiadas ocasiones. Seoane apoyaba en el medio, también en las bandas. De la misma forma se empleaban los interiores para ayudar a los laterales, y no fue raro ver tanto a Iago Díaz como a Pablo Sánchez lanzarse al suelo para robar el balón. Así lo hicieron también Juanjo y Sergio Rodríguez, en una encomiable labor de desgaste a los centrales visitantes.