Fernando Seoane es testigo directo del crecimiento del Lugo. No llegó a participar en el ascenso, pero sí ayudó a asentar las bases de lo que se vive ahora. El año pasado, en su regreso, Setién lo convirtió de nuevo en indispensable en el eje. Y hoy es una vez más protagonista en las histórica tercera plaza que ocupan. «Al principio puede sorprender. Pero con el transcurso del calendario, y viendo que hemos dado la cara con todos los rivales, que conseguimos victorias importantes, no sorprende tanto», afirma.
Para el de Ames, la Segunda División se confirma como una competición cada vez más igualada, con tan solo seis puntos de distancia entre el segundo y el quinto por la cola. Por eso pide: «Sacar todo lo que podamos ahora, porque van a venir rachas malas».
Con ilusión
Los resultados acompañan, y Seoane ve lógico que se genere un plus de ilusión. Que la gente «sueñe». Nada que vaya a distraerlos de la competitividad que muestran cada jornada, aunque recuerde que en una liga tan larga como la Segunda, «cuando se deciden las cosas es en abril y mayo». Y el objetivo del equipo no es otro que llegar con fuerza a ese final de la temporada.
Por eso, sumar de tres el domingo contra el Sabadell supondría un nuevo impulso, quitarse las sensaciones negativas que dejó el empate en Huelva, que en el equipo supo «casi como una derrota», en palabras del centrocampista. Para Seoane, del Ángel Carro «se tienen que escapar muy pocos puntos».
De su rival, destaca que, pese al cambio de entrenador, Salamero mantiene una idea futbolística «similar» a la de su antecesor, Carreras. «Tienen jugadores con calidad -advierte-, que le dan un buen trato al balón. Arriba están Aníbal y Tamudo, y tendremos que estar pendientes de ellos». En cualquier caso, el Sabadell fuera de casa sólo sumó dos puntos.