Un fortuito choque entre José Juan y Pablo Sánchez acaba con ambos en el vestuario

M. Pichel LUGO / LA VOZ

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El portero se llevó un fuerte golpe en el pómulo

23 oct 2013 . Actualizado a las 12:46 h.

Un grito y unos gestos de dolor hicieron saltar las alarmas. Era el entrenamiento de la mañana en A Cheda, el primero de la semana para el Lugo, y el portero José Juan y Pablo Sánchez chocaban de forma fortuita en una disputa por el balón. Todas las miradas se dirigieron al gaditano, que se llevaba las manos a la rodilla con gestos y gritos de dolor. Sin embargo, el peor parado fue el guardameta quien, pese a incorporarse al momento, comprobaba a continuación las consecuencias del impacto de la articulación de su compañero en la zona del orbital y el pómulo: una aparatosa brecha. En cuanto lo certiticó, lanzó los guantes en un ramalazo de rabia. Ambos tenían que abandonar la sesión de trabajo.

La mala suerte se cebaba con el meta, que se dirigía a los vestuarios del Ángel Carro acompañado del fisioterapeuta del equipo, Alberto Tojo. Ya al abandonar el campo se apreciaba una importante congestión alrededor del ojo derecho. En la enfermería del club se le colocaron cuatro puntos de sutura. Claro que lo principal era comprobar si existía un daño mayor que el superficial, por lo aparatoso del impacto. De tal forma, al momento fue trasladado a un centro hospitalario donde se le realizaron diferentes pruebas.

Precisamente ayer se le tenía que haber hecho una ecografía de los tendones del hombro izquierdo, donde había recibido otro impacto el pasado sábado en el encuentro contra el Recreativo. De este parecía haber seguido una correcta evolución, pues durante la sesión de trabajo (trasladada a A Cheda por que las fuertes lluvias de las últimas horas dejaron impracticable el césped de A Campiña) había actuado con absoluta normalidad.

Hoy se conocerá el alcance definitivo de lo sucedido. Aunque se espera que todo acabe en el simple y doloroso golpe.

También en susto se quedaba la acción para Pablo Sánchez. El mediapunta, que venía de firmar un partido de diez contra sus ex, había causado una importante alarma al principio. Pero pudo dejar el recinto por su propio pie, aunque, eso sí, con una ligera cojera. Inquirido al instante por cómo se sentía, respondía que esperaba que fuera «solo el golpe».

Iván Pérez, con molestias

Pero la sesión de trabajo no había comenzado con buenas noticias para Setién, que volverá a estar pendiente de los partes médicos para confeccionar su alineación del domingo contra el Sabadell. Muy poco después del inicio de la misma, Iván Pérez, otro de los indiscutibles en este comienzo de temporada, abandonaba la preparación con el grupo sobre el césped sintético por precaución, al haber notado molestias musculares.

Tampoco se ejercitó Carlos Pita, aunque el mediocentro no está descartado de cara al encuentro con los catalanes. Y sigue al margen del grupo Pablo Álvarez.