Medio siglo de fútbol fisterrán

Juan Ventura Lado Alvela
Juan Ventura Lado DATA/FUENTE.

CDLUGO

El único club de la Costa, junto al Bergantiños y el Malpica, que llegó a Tercera División cumple 50 años de vida con el mismo estilo para fabricar jugadores

24 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Sociedad Deportiva Fisterra tiene un equipo en Segunda Autonómica de la Costa, otro de juveniles y otro de cadetes. El propio Concello gestiona los equipos de base de fútbol siete y el resto de torneos de niños. Además, cada día de entrenamiento un autobús recoge a las jóvenes promesas con ansias de progresar y los lleva hasta la ambiciosa escuela de Dumbría. Otros jugadores de primer nivel refuerzan las filas del Cerceda en Tercera División o, como en el caso de Chula, llevan el nombre de la comarca por media Europa. Todos en conjunto le siguen dando forma a ese dicho de que «en Fisterra dáslle unha patada a un pedra e saen catro futbolistas».

Esa leyenda, con sus antecedentes e iniciadores, empezó a tomar cuerpo el 6 de septiembre de 1960, hace ahora 50 años. Esa es la fecha oficial de creación de la S. D. Fisterra, uno de los ocho clubes que tres años más tarde, en la temporada 1963-64, fundaron la Liga da Costa. Solo cuatro campañas después, los fisterráns abandonaron la competición por primera vez y lo volverían a hacer entre los años 1969 y 1974. Una vez de vuelta, el equipo solo necesitó dos campañas para alzarse con el campeonato de liga, que volvería a ganar dos veces más, la última en la temporada 2000/01. También llegaron dos copas, la de 78-79, ante el Corcubión, y la de 96-97, frente al Ponteceso.

Sin embargo, el verdadero momento de esplendor del club empezó a fraguarse a mediados de la década de los setenta. Los jugadores desperdigados por media Galicia, muchos en categorías superiores y otros en equipos de la Costa, decidieron unirse para darle al fútbol de su pueblo el lugar que le correspondía en la Historia. Con un breve tránsito por Preferente, consiguieron subir a la Tercera División de entonces, una categoría con equipos como el Lugo, el Pontevedra, el Ourense o el Fabril, que hoy podríamos comparar con una Segunda B de alto nivel y en la que, de la Costa da Morte, solo han estado el Bergantiños y el Malpica. «Foi unha aventura impresionante para todos porque para os rapaces de Fisterra de entonces, coma nós, pasar de Cee xa nos parecía moito», recuerda José López, entrenador de aquel proyecto y hoy técnico del Dumbría. Sus hermanos Chucho, Juan y Ángel, casi adolescentes, eran algunos de los integrantes de aquella plantilla en la que figuraban nombres como los de Quinito, Míguez, Juan Ramón, Joseíño de Louro, Suárez, Chalo, Manín, Amigo, o el actual preparador del equipo, Manolo Santos, o Andrés Díaz. Su padre, Manuel Díaz López, O Negro, aunque no llegó a jugar en Tercera, había sido el único de la vieja guardia presente en los primeros partidos del proyecto que hizo posible el ascenso. Aún hoy, sigue íntimamente vinculado al fútbol y con sus compañeros de la charanga O Vendaval de Fisterra, estuvo presente en el partido del Cerceda, en la fase de ascenso contra el La Muela. No en vano, su nieto Aitor Díaz es una de las piezas fundamentales en el equipo líder de Tercera División.

Este es solo uno de los ejemplos de sagas familiares en el fútbol fisterrán que, aun hoy, como afirma José López, «co apoio económico necesario darían para facer tres equipos de maiores e sobrarían 20 xogadores de primeiro nivel, capaces de estar en Terceira, tranquilamente».

Homenaje frente al Xallas

Todos ellos, especialmente los que lo han dado todo y lo siguen haciendo por el club del pueblo, tendrán su reconocimiento en el partido homenaje que se disputará el domingo (16.30 horas frente al Xallas) en el recién renovado Ara Solis. Un campo, del que los fisterráns han estado apartados casi toda la temporada pasada debido a las obras. Ahora que pueden disfrutar de él, el presidente de la entidad, José Manuel Lema, no quiere olvidarse del equipo y de los directivos del Cee, a los que le están «moi agradecidos» por haberle prestado su terreno de juego.